A cinco días de las elecciones generales en Bolivia, el escrutinio oficial está a punto de terminar y la amplia victoria del Movimiento al Socialismo (MAS) es ratificada con más del 55% de los votos.

Con casi el 99% contabilizado, se confirma la amplia victoria del candidato presidencial del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, quien le sacó una ventana de más de veinte puntos al ex presidente Carlos Mesa que alcanzó el 28% de votos y, aún más atrás, el líder santacruceño del levantamiento popular, policial y militar contra Morales el año pasado, Luis Fernando Camacho, con 14%.

Tanto la presidenta de facto, Jeanine Áñez, como el candidato rival Mesa y hasta la Organización de Estados Americanos (OEA) que apoyó el golpe de Estado el año pasado reconocieron el triunfo de Arce y el MAS cuando se publicaron los sondeos de boca de urna, que le otorgaron una mayoría de entre 52 y 53%.

Asimismo, el Tribunal Supremo Electoral había adelantado que el cómputo oficial terminaría para estos días, mientras que aclaró que aún no hay una fecha concreta para la asunción del próximo Gobierno. La fecha límite, sin embargo, es el 15 de noviembre.

La victoria de Arce en los comicios del domingo pasado marca el retorno del MAS al poder en Bolivia, 11 meses después de que Morales fuera obligado a renunciar por la cúpula militar y policial, en un golpe de Estado concretado en medio de protestas en las calles de Bolivia. 

El derechista Comité Cívico de Santa Cruz de Sierra manifestó que no reconoce la victoria del Movimiento Al Socialismo (MAS) en las presidenciales del último domingo, hasta que no se esclarezcan las irregularidades en los cómputos de la votación que realizó el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

"No reconocemos y no aceptamos a ningún Presidente porque no estamos conformes con el acto eleccionario y con todas las irregularidades que han ocurrido con esta elección", expresó el presidente de ese comité, Rómulo Calvo, en una rueda de prensa en la que anunció "medidas de presión" si no se paraliza el cómputo oficial.

El desafío cívico al TSE y a los comicios aplaudidos unánimemente por observadores y gobiernos extranjeros surgió mientras el casi concluido cómputo daba a Luis Arce 54,76% de los votos, con casi 26 puntos de ventaja sobre el segundo, el expresidente neoliberal Carlos Mesa. No obstante, Calvo no mostró pruebas de las supuestas irregularidades, pero aseguró que "ingenieros de sistemas han encontrado los delitos ocasionados por el TSE" y exigió al órgano electoral que entregue al Comité cruceño toda la documentación del cómputo, .

"Las elecciones tienen muchos indicios que no nos dan tranquilidad, por lo cual no podemos aceptar los porcentajes que están haciendo conocer al pueblo boliviano. Creemos importante que no se emita el resultado final hasta que nosotros podamos estar seguros", aseveró el derechista.

La victoria del MAS, incluso por un margen mayor al que proyectaron encuestadoras privadas horas después de la votación, era considerada como una afrenta por el comité cruceño y grupos radicales de derecha que, desde el lunes, realizaban cercos en torno a los centros de cómputo de tres ciudades, incluida Santa Cruz.

Fuente: El Destape