La Casa Rosada definió finalmente no pagarle el vencimiento que opera con el Club de París y ahora se abre una negociación hasta fines de julio para no caer en default. El gobierno de Alberto Fernández buscará en estos 60 días que ese consorcio de acreedores otorgue más tiempo para cumplir con la obligación, mientras en paralelo negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo programa.

La decisión de no utilizar las reservas del Banco Central para cancelar el vencimiento con la entidad con sede en la capital francesa estaba tomada y fue confirmada por el mandatario. Desde hace meses, la estrategia oficial apunta a que los países que integran el Club de Paris reprogramaran ese pago por US$2400 millones.

Con esa idea, Fernández encaró en mayo una gira por Europa, en las que logró el apoyo de Portugal, España, Francia e Italia para la renegociación de la deuda con los organismos internacionales y se encontró por primera vez de manera presencial con la jefa del Fondo, Kristalina Georgieva.

Ese encuentro fue interpretado por muchos analistas como un avance clave en la negociación por la deuda con el Fondo y en la señal al Club de París de que el Gobierno busca un nuevo programa con el organismo con sede en Washington, una de las exigencias para postergar la última cuota del convenio firmado en 2014.

Además, la semana pasada Fernández mantuvo una audiencia virtual con la canciller alemana, Ángela Merkel, en la que consiguió el respaldo de ese país en materia de deuda, aseguraron desde Presidencia.Alemania es el principal acreedor argentino dentro del Club de Paris: representa el 37% de lo que se adeuda al conjunto.

El jefe de Estado dijo este domingo que en las últimas horas se intercambiaron cartas formales con el organismo que preside Francia en las que la Argentina pidió que se postergue el vencimiento y también que no se aplique la tasa del 9% anual (la penalización por no cumplir establecida en el acuerdo inicial).

“Estamos avanzando. Cruzando cartas para formalizar el acuerdo. Ellos buscan que tengamos nosotros primero un acuerdo con el FMI, antes de cerrar con nosotros”, explicó Fernández este domingo en declaraciones al portal Infobae.

Sobre las conversaciones con el Fondo, el mandatario desestimó una inminente llegada de una misión técnica del organismo para revisar las cuentas del país (artículo IV), un paso previo y obligatorio a sellar un nuevo entendimiento.

Por eso, se estima que el acuerdo para reprogramar la deuda por US$44.000 millones con el FMI quedará después de las elecciones legislativas, que se realizarán en noviembre.

En el medio, además de definir con el Club de París, la Argentina debe afrontar el primer pago capital del programa con el Fondo: en septiembre y por unos US$1800 millones.

Para ese momento, se calcula la Argentina ya tendría en su arcas unos US$4500 millones de los derechos especiales de giro (DEG), que el Fondo emitirá para ayudar a sus países miembro a sortear los problemas económicos derivados de la pandemia.

Quiénes tienen la llave en el Club de París

La actual es la décima renegociación del crédito con el Club de París, que nació en 1956 cuando la Argentina, que ese año ingresaba al FMI, acordó con los países centrales cómo iba a pagar una deuda por US$700 millones.

Esa acreencia se incrementó con el correr de los años y llegó a casi US$1800 millones en 2001, cuando el país entró en default en medio de la crisis financiera, social y política local.

Recién en mayo de 2014, el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, firmó el acuerdo con el Club de París. Sin retornar al FMI, tras el pago total que había hecho Néstor Kirchner, la Argentina reconoció una deuda de más de US$9000 millones, sin quita de capital ni intereses punitorios, que el país se comprometió a pagar en cinco cuotas anuales, con dos años más de plazo.

El crédito debería haberse cancelado en mayo de 2020, pero declarada la pandemia de coronavirus y con la negociación con los acreedores privados en marcha, la Argentina avisó que haría uso de la extensión por un año para cancelar la última cuota, que hoy llega a US$2400 millones.

Alemania es el principal acreedor de la Argentina en ese consorcio con poco más de 37% de la deuda e históricamente es uno de los más reacios a conceder excepciones a acuerdos firmados, según indican distintos analistas.

En la deuda con el Club de París, Japón representa el 22%; los Países Bajos, con casi 8%; Estados Unidos, 6,6%; Suiza tiene un 5,3%, Canadá un 2,2% y otros países suman el 2,1% restante.

En tanto, de los países que visitó el Presidente, Italia tiene 6,3%; España, 6,7% de lo que resta pagarle al Club de París, mientras Francia aparece con un 3,6%, de acuerdo con datos del propio Ministerio de Economía.

Fuente: TN