Argentina produce un volumen mayor de leche cruda de la que demanda el mercado interno. Alrededor del 20% del total de la producción tambera se exporta, según el promedio de los últimos años. Sin embargo, una láctea importante que opera en el país analiza comprar el insumo en Uruguay para abaratar el costo de los quesos, yogures y demás productos lácteos que elabora en sus plantas.

Los motivos se fundamentan en la brutal caída de ventas por la recesión y pérdida del poder adquisitivo sumado al aumento del 121% del costo de la leche cruda en los tambos argentinos entre noviembre y marzo último, según los datos de SIGLEA, una plataforma que releva información de todos los eslabones de la cadena.

La suba de los costos del insumo básico de la elaboración de lácteos obedece por un lado a la devaluación del 13 de diciembre, que implicó una suba del 120% del dólar, que se trasladó a los precios de toda la economía; más el fin de los acuerdos de precios que en la práctica se observó desde noviembre pasado, y centralmente a una caída histórica, del orden del 45%, de la producción de leche entre diciembre y abril de este año versus la baja frecuente para ese período que ronda el 20%.

La menor producción de los tamberos obedece “a la crisis que atraviesa el sector a causa de complicaciones climáticas, el progresivo deterioro del precio de la leche a tranquera de tambo experimentado durante 2023, y la liquidación persistente de animales”, explicó la consultora Eco Go en uno de sus últimos informes. Por lo mismo, estas condiciones presionan la categoría “productos lácteos y huevos” con fuertes alzas, que no ceden.

Desde la cámara de pymes lácteas (Apymel) señalaron a C5N que la brutal caída de la producción tuvo además de la sequía como responsable sino también al precio de la soja.

“Este año se dio un agravamiento enorme por el encarecimiento de la soja antes de fin de año a causa del “dólar soja”. El grano llegó a unos $360 por kilo y la leche $140 por litro. El productor necesita para funcionar bien esa paridad idéntica. Eso hizo que se entregara mucha menos soja al mercado interno porque era incomparable para la vaca lechera, y llevó a que muchos tambos por no poder alimentar derivaran la vaca a faena. Eso trajo como consecuencia producción de leche más la gran sequía que terminó hace un mes”, explicaron desde a entidad.

El cuadro refleja la caída en las ventas.
El cuadro refleja la caída en las ventas.

El cuadro refleja la caída en las ventas.

Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA)

“Esta escasez tan grande- la mitad casi de producción de litros de leche que teníamos en noviembre- hizo que las industrias lácteas comencemos a competir de forma desmesurada, así que desde diciembre a abril la leche puesta en el tambo más que duplicó su precio, y esto disparó los costos industriales de manera abrupta. Se puso difícil, los lácteos subieron un montón, pero por más cara que esté la leche no hay aumento de la producción porque las vacas cumplen un ciclo natural, que se irá recuperando”, completó el especialista de Apymel.

Así las cosas, un industrial grande reveló a este medio que probablemente importen leche desde Uruguay para poder ofrecer sus productos en las góndolas a un menor precio y morigerar la caída. “Hoy el problema central de una láctea es el precio de la leche. Es el 35% del costo total y no hay margen para trasladar el total del aumento del costo al consumidor”, asegura una fuente vinculada a la compañía.

Según pudo averiguar este medio, la medida al momento está en estudio sólo en una láctea. Otra de las importantes compañías seguirá operando con el mercado local.

“En este período de los próximos 60 días si alguna industria puede proveerse de leche desde el exterior indudablemente va a aquietar el mercado y evitará que la leche suba desmedidamente. Y la única solución para seguir pagando las alzas del tambero es trasladarlo a la góndola, que está muy difícil”, evaluaron desde la cámara de pymes lácteas.

“El precio de la leche, como insumo, hoy está arriba del export parity. Es decir, el valor internacional está unos centavos por debajo de lo que se vende acá”, explicó una fuente del sector. Ocurre que no sólo aumentó el costo por la devaluación y la menor producción sino también por la quita de las retenciones a la leche (tenía el 9%) y a los quesos (4%), que hizo que en el primer trimestre del año crecieran las exportaciones.

Los últimos datos comparativos de precios son de febrero. Ese mes, en dólares, el litro de leche al productor costaba en Argentina 0.358 dólares frente a 0,363 en Uruguay, de acuerdo con el Observatorio de la Cámara Láctea (OCLA). Pero debido a la fuerte suba del precio en pesos en los tambos y al tipo de cambio oficial pisado, la leche en dólares se encareció y ya en abril era más cara en Argentina que en el país vecino.

“En función al nuevo escenario en la política económica, con libertad de precios en el mercado interno y sin derechos de exportación y tipo de cambio competitivo en el externo, modificarán significativamente la estructura del destino comercial de la leche (de 80/20 a 65/35)”, sostiene el último informe de ventas en el mercado interno de OCLA y advierte que la quita de las retenciones presiona al alza del precio en el mercado doméstico.

Los mayores poderes de compra de la leche por parte de la industria al productor se incrementan para el destino externo y la traslación al mercado interno de esos precios, más la fuerte inflación generalizada, y el deterioro del poder adquisitivo de la población (sobre todo su estrato medio que define los mayores niveles de consumo), abren un gran interrogante respecto al comportamiento del consumo interno, sobre todo la convalidación de las importantes subas de precios”, señala OCLA.

Por la caída del consumo ya analizan importar leche de Uruguay

"El problema central es el precio de la leche", señalan las empresas lácteas.

Hasta el momento, el consumidor mostró una feroz retracción en el consumo de todos los lácteos. Este medio habló con dos importantes lácteas que coincidieron en una baja promedio en marzo, interanual, del 20%.

En abril, según los registros de una de esas compañías, el desplome de ventas se profundizó: cayó 22% promedio, un nivel mayor al que proyectaban. En el caso de postres, fue derrumbe del 40% interanual. Y en el acumulado de los primeros 4 meses de 2024 la caída de las ventas de sus lácteos es del orden del 20%.

Desde la Secretaría de Comercio Interior explicaron a este medio que en el listado de los 1.900 productos con beneficios para importar (pago de dólares a 30 días y suspensión por 120 días de doble IVA y Ganancias) se encuentran las leches como producto final pero también el fluido crudo (como insumo al productor).

“Es probable que suceda que alguna compañía quiera importar leche por menor costo, pero eso es decisión del privado; nosotros no impulsamos ninguna importación en particular”, aclararon desde la cartera que conduce Pablo Lavigne.

¿Hasta cuándo seguirá la caída de ventas?

De acuerdo a la cámara de industrias pymes lácteas, la baja demanda fue muy pronunciada en todos los supermercados, fue generalizada. Frente a este escenario, por tener tan poco volumen de producción, lo que se elabora, se vende: “El mayor problema está en la falta de producción por la escasez de la leche. A volúmenes normales nosotros estaríamos con excedente de ventas (porque la falta de ventas es una realidad) y los precios estarían por debajo de los valores actuales”.

Según Apymel, entre julio y agosto los volúmenes de leche se espera que sean mayores y allí aumentará la producción, incluso con excedentes por la recesión y la caída del poder adquisitivo, que estiman continuará este año. “Oferta superior a la demanda, allí aparecerán ofertas en las grandes cadenas especialmente en distintas variedades de lácteos, especialmente en líneas de cremosos y quesos barra”, estimaron.