La vecina, con unos ovarios gigantes, dio su nombre, apellido y dirección y le redobló la apuesta a los caceroludos 

“Mi nombre es Paula Albarracín, para los que quieran venir a buscarme. No tengo miedo a absolutamente nada ¿Por qué? porque si tuviera miedo estaria sintiendo que estoy en la dictadura. Y como estamos en las manos de Alberto, no estamos en la dictadura”

“Cuestión que yo he salido a mi balcón a decir que son todos una manga de hijos de remil p*ta. Al que me contestó porque vivo acá le contesto que desde que me mude acá no hago más que verlo rascarse las pelot*s”

Mirá el video