Pensar que un animal pueda anticipar la hora y el día de una muerte pareciera ser irreal e imposible. Sin embargo, un misterioso gato ya predijo el fallecimiento de más de 100 personas. “Oscar no se equivoca”, aseguraron los médicos del geriátrico donde reside.

La fascinante y tenebrosa historia se originó en el Hospital de Rhode Inslad, Estados Unidos. Allí, los dueños decidieron adoptar un gato callejero que había sido abandonado junto con sus seis hermanos, pero no se esperaban que tuviera capacidades sobrenaturales de predecir la muerte de los pacientes.

Si bien puede parecer que, al tratarse de personas con una delicada situación de salud, no es presagio sino un factor natural del ciclo de la vida, lo cierto es que cada vez que el gato visita a un paciente, a las horas fallece. “Parece que sabe cuándo están a punto de morir”, sostuvo David Sosa, médico del geriátrico.

“Nadie muere en el tercer piso a menos que Oscar haga su visita y se quede un rato”, agregó el especialista, en una entrevista con The New England Journal of Medicine. Al parecer, el animal se acerca a olfatear al paciente, se acurruca en su cama y ronronea. Tiempo después, llega su hora.
 

El gato que predice las muertes

Uno de los casos asombrosos que contaron las enfermeras al diario español ABC fue cuando ellas le llevaron el gato a un paciente que estaba a punto de fallecer para que lo acompañara. Sin embargo, Oscar decidió irse y fue a la habitación de otro enfermo que murió pocas horas después, a diferencia del primero.

“Descubrimos que las personas con las que se estaba quedando, generalmente eran las siguientes en irse. Ocurrió una vez, luego dos muertos y, finalmente, alcanzó unas 20 o 30 muertes seguidas. Todos comenzaron a ver que era algo bastante único”, afirmaron desde el Hospital estadounidense.

Según el informe, se le atribuyen 25 casos en 2007, 50 para el 2010, y más de 100 en el 2016. “Hay gatos que son tan sensibles que logran reaccionar minutos antes de un desastre natural y pueden saber cuándo un animal o un humano está enfermo”, explicó Thomas Grave, un etólogo experto en el comportamiento felino, una de las especies con más alta sensibilidad.

No obstante, en el geriátrico no le tienen miedo a este gato que llegó de sorpresa y, hoy en día, continúa rodeando por los pasillos y las habitaciones de los pacientes. Al contrario, consideran que es “muy compasivo y cuidadoso” cuando se acurruca con alguno de los adultos mayores.