21 años después del estreno de Okupas, el hito televisivo primero emitido en TV Pública, Netflix remasteriza el clásico argentino para agregarlo a su catálogo con nueva musicalización y definición HD. Además de las grandes emociones que le produce ver a su debut televisivo de nuevo en boca de todo el país, Ariel Staltari está contento de no depender más de la pésima versión de la serie disponible en YouTube.

El actor detrás de Walter, uno de los cuatro protagonistas de la emblemática serie, hoy disfruta de las decadentes aventuras como un espectador, mirándola junto a su pareja y sus dos hijos: "Fue hermoso porque ese inicio de verlo con los chicos y verme en la pantalla me generó una sensación divina al ver que pasó todo este tiempo y uno atravesó tantas cosas", contó a DiarioShow.

Y tantas cosas atravesó el actor, que salió de una adolescencia llena de rock a un grave cuadro de leucemia que casi le arrebata la vida, pero lo dejó en las puertas de una de las series más celebradas de la televisión argentina. 

"En el '99 me moría… Y en el 2001 me aplaudían desde Susana Giménez hasta Marcelo Tinelli en los Martín Fierro"

De joven, Staltari no le dió muchos dolores de cabeza a sus padres. A pesar de indulgir en una (o varias) copas cada tanto, consecuencia de su paso por la escena del rock como miembro de la banda Perros de la Noche, nunca pisó una comisaría. El dolor más grande le llegó a los 25 años, cuando él y su familia se enteraron que padecía de Leucemia Linfloblástica Aguda (LLA).

En 1999, el actor tuvo que internarse durante siete meses en el Hospital de Posadas. Fue a la mitad del tratamiento, cuando su cuerpo dejó de responder a las medicaciones, que el diagnóstico se volvió penoso: "Estaba muy mal. Hasta mis viejos prácticamente habían perdido las esperanzas", confesó al medio. 

Pasarían cinco años hasta que Staltari se pudiese declarar libre de cáncer, pero la vida no espera a nadie. "Después de la internación seguí un año con tratamiento ambulatorio, empecé a estudiar actuación con Lito Cruz y a los tres meses fui a mi primera audición", detalló a Infobae sobre su llegada a Okupas.

Escrita y dirigida por Bruno Stagnaro,  Okupas marcó a todos sus fanáticos por reflejar con crudeza y realidad del contexto previo a la crisis económica y social que estalló en 2001. Para Staltari, no es más que "una gran historia de amor": “  Okupas cuenta la historia del nacimiento de un vínculo y la búsqueda de cuatro amigos, por separado, de un destino, autorreconocimiento y de un futuro que termina siendo una gran historia de amor”, explicó a DiarioShow.

Su participación en la serie como Walter, el 'pibe rollinga', junto a Rodrigo de la Serna, Diego Alonso Gómez y Franco Tirri, fue un momento monumental en su carrera: "Marcó para siempre a todos los que fuimos parte de este proyecto tanto delante de cámara como detrás. Técnicos, artistas y todos. Se vivió un clima amateur como de estudiantina".

Entre viajes a Dock Sud y tomas en las calles bonaerenses, Staltari continuaba luchando contra la leucemia en secreto: "Como todavía estaba en tratamiento, a veces me daba quimioterapia antes de ir a grabar. Pero no le contaba a nadie porque pensé que podía llegar a correr riesgo mi trabajo como actor", confesó a Infobae.

Okupas le deja enseñanzas que implementaría por el resto de su carrera, pero también le deja algo aún más valioso: “Mi mayor recuerdo de esa época es el descubrimiento de por qué había venido a esta vida. Tener en claro por dónde pasa tu vida no le pasa a todo el mundo, y a mí me pasó a los 26 años: bajé el martillo y dije ‘me voy a dedicar a esto por el resto de mis días’”. Y así fue.

Staltari es padre de dos nenes, Vito y Valentín, pero admitió haber deseado tener hijas. "Es más, con mi segundo nene, optamos con mi mujer no hacer la ecografía para tener la sorpresa de que fuera nena. (...) Al nene más grande le decía: 'Saludá a tu hermana'. ¡Terrible niño, Vito!", contó a Infobae sobre el segundo embarazo de la pareja.

El menor de los Staltari nació a los siete meses de gestación, en una de las noches más largas en la vida del actor y su mujer. Staltari había acercado a su mujer al hospital por dolores abdominales, que luego se enteraría fueron contracciones.

La doctora que la atendió, sin embargo, decidió derivarla a otra clínica ya que se encontraban sobrepasados. "Y en el traslado, no la trasladaron en una unidad de terapia intensiva, sin ningún recurso ahí a mano ni nada que se le parezca, con un embarazo de alto riesgo", relató el actor.

"Sietemesino nació mi hijo: mi mujer se desgarró el útero, lo tuvo con placenta y bolsa entera ahí. Yo vi ese cuadro: lo vi a mi nene muerto. Y después entró en incubadora: estuvo dos meses cortando clavos. Y finalmente hoy es un tano hermoso, fortachón, que salpica tuco para todos lados. Pero fue una historia así, casi de terror", concluyó sobre la dura experiencia.

Siete años, 22 series, 6 películas y cuatro obras de teatro después, Staltari se volvió a cruzar con Bruno Stagnaro, que llega con una segunda monumental oportunidad. Luego de conectar a travéz de sus parejas, el director le ofreció a Staltari colaborar con el guión de una nueva serie. Ya en su segundo trabajo hincando en la marginalidad argentina, el actor explicó el atractivo de tan crudas temáticas:

"Son personajes de carne y hueso, con emociones conocidas o reconocibles para el que lo está viendo. Es una persona que quien la ve, si vive en el conurbano, sabe que existe y que es verdad (...) Uno siempre trata de escaparles o no ver, pasar rápido la página si está leyendo un policial. Acá es un buen lugar como para ubicarse de fisgón: acercarte y salir ileso sin que te pase nada, sin que ninguna bala te atraviese por ningún lugar", desarrolló para Infobae.

El guión de Un gallo para Esculapio terminó llevando dos años de ardua investigación, entrevistando policías y personajes siniestros, colándose en peleas de gallo a la madrugada y reclutando actores de la calle: "Esta suerte de casting callejero que hicimos surgió de las distintas personas que fuimos conociendo para trabajar en el guión".

De las audiciones clandestinas salió el personaje de Aguirre, interpretado por el gallero que los coló en una pelea una madrugada de domingo, y Péndulo, el mantero senegalés. Tras dos temporadas y ocho premios Martín Fierro, Staltari no descartó una tercera vuelta de la exitosa producción.

Entre proyectos televisivos y oportunidades en la pantalla grande, Staltari se hizo un lugar en el teatro argentino. Primero enseñando en el centro cultural Anthropos de San Isidro, en la actualidad el actor de 47 años fundó una escuela de actuación en la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia en Martínez.

Durante la cuarentena por coronavirus, el intérprete debió encontrar nuevas maneras de brindar las clases a sus estudiantes: "Virtualmente encontramos un espacio lúdico y de libertad. Paradójicamente en un momento donde estabamos encerrados, nosotros nos sentíamos libres", afirmó a DiarioShow hablando de su otra gran pasión.

Tras un 2020 en cuarentena, Staltari y su debut televisivo fueron presentados a una nueva generación con la incorporación de Okupas a Netflix, con gran éxito: "Se fue generando una mística alrededor de la serie que la fue transformando en una serie de culto. Además, la era de la inmediatez, la tecnología y las redes sociales hicieron que se agigantara aún más todavía".

Nunca estático, el actor y guionista se prepara para una participación en las cuarta y quinta tempordas de El Marginal. En paralelo, Staltari también fue convocado para colaborar en el guión de El Eternauta, la próxima adaptación de la historieta argentina producida por el director de  Okupas: "15 años después, Bruno Stagnaro, quien me había descubierto como actor, también me descubrió como guionista".

Fuente: Crónica