Economía e historia se entrecruzan y son objeto de debates por estas horas en una Argentina que trata de salir del aislamiento social por la pandemia. La discusión de emitir moneda o no, y la figura del doctor Ramón Carrillo. Señalado en un comunicado, publicado ayer 18 de mayo, desde el Centro Wiesenthal como un "admirador de Hitler". El centro, una de las más prestigiosas entidades antisemitas del mundo, creada por Simón Wiesenthal, el implacable "cazador de nazis" fallecido en 2005, para documentar el holocausto y llevar un registro de los criminales de guerra nazis, tiene su sede Latinoamericana en Buenos Aires.

A partir de allí no tardaron en sumarse los repudios, como el de la embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen, quien lo hizo a través de un tuit: "Cuando decimos ´Nunca más' refiriendo al Holocausto, no hace sentido conmemorar alguien que, por lo menos, fue un simpatizante con este ideología". Claramente la embajadora evitó mencionar el nombre del neurocirujano santiagueño, una eminencia médica graduado con medalla de oro en la UBA, y quien llegaría a ser considerado el padre del sanitarismo en la Argentina, creador del Ministerio de Salud de la Argentina durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón.   

Quien salió a diferenciarse de estas opiniones, fue el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, “La DAIA es una institución que tiene mucho capital político y simbólico, y siempre nos fundamos en certezas. Recurrimos al Museo del Holocausto y no tenemos ninguna certeza de que eso haya sido así”.

En una entevista con La Once Diez / Radio de la Ciudad, el dirigente de la colectividad judía aprovecho para decir: “Pedimos prudencia para salir a condenar en un momento de pandemia, donde hay una parte manifiesta de Ramón Carrillo, que tiene más de 200 hospitales a su nombre en el país, que fue un hombre que trabajó contra las viruelas, contra la peste bubómica, que fue un excelente sanitarista, que ayudó a aumentar la expectativa de vida de los argentinos”.

“No se puede salir a condenarlo sin tener la verdad de la investigación histórica. Yo no he visto que esté acreditado que era nazi”, añadió Knoblovits, y agregó: "Hay una placa entregada por el Estado de Israel en 1949 a Ramón Carrillo, creo que eso desmiente algunas cosas”.

Sobre Carrillo también han caído acusaciones de homofobia, a lo que Knoblovits sostuvo: “Yo estoy pidiendo información a los historiadores. Esa posición homofóbica probablemente la tenían mis abuelos y los tuyos, porque ese momento era absolutamente otro”.

En este marco, se refirió puntualmente a la posición del Centro Simón Wiesenthal, que validó la versión: “La información del Centro Wiesenthal no siempre está fundada. Hay muchos miembros del consejo directivo que hoy estaban on fire con este tema, y yo no desconfío de ellos, yo digo que estudiemos esto y que si tenemos que salir salimos”. “Yo no tengo ningún problema en salir a condenarlo, pero queremos ser serios. En Argentina necesitamos seriedad en la información porque sino perdemos capital todas las instituciones”.  

En una economía cercada por la pandemia del coronavirus, en la que la moneda local se desvaloriza cada vez más ante la suba de precios y del tipo de cambio, fue que comenzó a tomar cada vez más fuerza el rumor de que el gobierno habría planteado la necesidad de emitir un billete de 5.000 pesos. Una inyección de efectivo que en su diseño contemplaría las imágenes del Dr, Ramón Carrillo y de la Dra. Cecilia Grierson (la primera en graduarse como médica la Argentina), al frente, y el instituto Malbrán, en el anverso.

Sin embargo, el 12 de mayo pasado fue el mismo presidente Alberto Fernández el que salió a desmentir: “No vamos a hacer un billete de 5.000 pesos. Fue una idea que circuló, pero no lo vamos a hacer”, aseveró. “A mí me confirmaron que no sale, no van a sacar un billete de 5000 pesos”, aseveró Knoblovits que le informaron desde el gobierno. “Si, por ahora, no van a hacer un billete de 5000 pesos, no voy a discutir qué figura va a estar en ese billete”.  

“Yo no tengo ganas ni de defenderlo ni de atacarlo, lo que quiero defender es la coherencia de la verdad. Si Ramón Carrillo tuvo posiciones filofascistas y filonazis, merece ser condenado en la medida que esté acreditado. Pero yo quiero ser serio, no puede ser que estemos permanentemente agitando fantasmas que no existen, no está bien”, remarcó. 

Fuente: Perfil