El precio de la carne subió un 6,1% en mayo pasado, un valor que traccionará el índice inflacionario del mes pero que resulta menor al que se había registrado en marzo y abril, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

El incremento de mayo fue el tercero más alto de lo que va de 2022, notablemente superior a los de enero (2,3%) y febrero (3,2%) pero con un marcado descenso respecto al pico de marzo (8,5%) y abril (8,4%), 

De esta forma, el precio de la carne sigue la tendencia inflacionaria general, que alcanzó su máximo valor en marzo al llegar al 6,7% y comenzó a descender en abril, cuando fue del 6%. El índice oficial de mayo será publicado este martes por el Indec, pero consultoras privadas calculaban que se ubicaría cómodamente por encima del 5% aunque debajo del valor de abril.

Por lo tanto, el sector bovino traccionó los índices inflacionarios generales de los últimos tres meses. Pero, en promedio, las carnes aumentaron no solo más que la inflación general sino también más que el promedio de todos los alimentos, algo que se vio en marzo pero especialmente en abril, cuando el índice "alimentos y bebidas" había subido por debajo del IPC global. En mayo, la suba del sector de alimentos fue poco mayor al 5%, según privados.
 

Para sumar preocupación al bolsillo de la gente, el CEPA precisó que, como suele suceder, los "cortes económicos" fueron los que más aumentaron, un 8,4%. En cambio, los intermedios subieron un 6,3% y los más caros "solo" un 5,7%.

Por qué aumenta la carne en Argentina

El informe del CEPA enumeró algunas causas que llevaron al fuerte aumento de la carne en los últimos meses. Una de ellas es la suba del precio del maíz, utilizado para alimentar a las vacas, "que pareciera operar como valor de referencia para la determinación del precio final. En definitiva, el incremento del precio del maíz puede explicar una pequeña parte del incremento del precio de la carne vacuna".

El informe también explica que el aumento de las exportaciones del rubro de vaca de conserva en el último año influye en la suba de precios: "La liberación de exportaciones para la vaca de conserva moviliza el precio del resto de las categorías, dado que existe un efecto contagio cuando una de las categorías mueve sensiblemente su valor".

Además, el CEPA señala que "el contexto internacional de creciente incremento de precios de la carne ayuda a presionar sobre el precio local, no sólo a través de la demanda exportadora, sino también como precio de referencia".

Otra causa es la "poca transparencia en la oferta y demanda del mercado de hacienda de Liniers y comercialización no registrada", lo que "conspira respecto a la transparencia que se requiere para la implementación de medidas de regulación".
 

"La dinámica mencionada (de aumento de precios) se agrava dado los niveles de concentración. En el sector frigoríficos, un tercio de la faena corresponde a 10 grupos frigoríficos", argumenta también el informe.

En cambio, la presentación desmiente algunas otras causas frecuentemente utilizadas para justificar los aumentos en el sector. Por ejemplo, señala que no se debe a la retracción de la oferta, que subió en mayo, y que tampoco puede achacarse a la suba inflacionaria general, ya que los precios de la carne subieron siempre por encima.

Las medidas del Gobierno contra la suba de la carne

El informe del CEPA también señala cuatro principales medidas del Gobierno destinadas a frenar el desproporcionado aumento de las carnes, aunque sin remarcar el impacto real que tiene cada una de ellas.

La primera es la "limitación de las exportaciones, con apertura de algunas categorías, a partir del mes de enero de 2022 y hasta diciembre 2023", una medida establecida originalmente por el exministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. En este sentido, se mantiene vigente la imposibilidad de exportar los siete cortes más consumidos en el mercado interno: asado, tapa de asado, vacío, matambre, falda, paleta, nalga y cuadrada.

 

La segunda es "la implementación, desde hace algunos meses, de los mecanismos de control sobre el tipo de cortes exportados y quiénes pueden hacerlo, con el objetivo de limitar la operatoria del rulo cárnico", lo que "apunta a condicionar la dinámica especulativa".

La tercera es el Plan GanAr 2022-2023, que "apunta a aumentar el stock ganadero en los próximos años" con "créditos por $100.000 millones a tasas subsidiadas destinados a productores".

Y, por último, el acuerdo de precios de la Secretaría de Comercio Interior mediante el programa Cortes Cuidados, que la semana pasada fue renovado con un 6,4% de aumento luego de tres meses.

Fuente: El Destape