Con 241 votos afirmativos y ocho negativos, la Diputados'>Cámara de Diputados aprobó este jueves el proyecto de ley de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual que propone un abordaje integral desde la salud colectiva y busca brindar contención e información para derribar prejuicios y situaciones de discriminación.

La iniciativa, presentada por la legisladora Carolina Gaillard (Frente de Todos-Entre Ríos) contó con el respaldo del oficialismo, el Interbloque Federal, Provincias Unidas y mayoría del bloque de Juntos por el Cambio, mientras que el rechazo contó ocho sufragios -cuatro de las agrupaciones de derecha y otros cuatro de JxC-.

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“Es una ley que no es de mi autoría, es de autoría de todas las organizaciones de la sociedad civil y de los pacientes. Viene a proponer un paradigma distinto, estamos planteando un enfoque de derechos humanos y un abordaje integral”, expresó Gaillard durante su exposición en el recinto. “Necesitamos un Estado presente, que garantice que estos derechos estén cubiertos. Las personas que sufren VIH tienen un envejecimiento precoz por la toxicidad de las drogas del tratamiento”, recalcó.

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La iniciativa, que ahora deberá ser debatida en el Senado, garantiza el acceso universal y gratuito al tratamiento, tanto en prestadores públicos como privados, para todas las personas expuestas o afectadas al VIH, las hepatitis virales, otras ITS y la tuberculosis. Además promueve las campañas masivas de difusión, testeo y prevención de contagios; aumentar la capacitación e investigación; y crear una comisión nacional interministerial e intersectorial con representantes de la sociedad civil.

El proyecto de ley tuvo un amplio respaldo en la Diputados'>Cámara de Diputados (Télam).

En otro de sus puntos fundamentales, el proyecto impulsa la creación de un régimen de jubilación especial, de carácter excepcional para quienes transiten las enfermedades de VIH y hepatitis B o C, así como una pensión no contributiva de carácter vitalicio, para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social. Así, quienes acrediten al menos diez años desde el diagnóstico de la enfermedad y 20 años de aportes jubilatorios, pueden solicitar la jubilación a partir de los 50 años de edad.

También se propone un Observatorio Nacional sobre Estigma y Discriminación con el objetivo de visibilizar, documentar, disuadir y erradicar las vulneraciones a los derechos humanos de las personas afectadas.

Fuente: Cronica