Desde el inicio de la pandemia del coronavirus en la Argentina, más de 28 millones de productos sanitarios, entre barbijos, máscaras de protección y guantes, además de las 7 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19, ingresaron al país a través del Aeropuerto Internacional de Ezeiza en los cuales la Dirección General de Aduanas (DGA) realizó los operativos de control.

En un trabajo coordinado con el Ministerio de Salud de Nación y la ANMAT, la Aduana buscó dar la mayor celeridad posible para que tanto las vacunas como el material sanitario llegue a todos los rincones del país.

Los productos ingresados al país incluyeron más de 17,5 millones de barbijos y máscaras de protección de todo tipo, entre los descartables, tricapas y quirúrgicos. También arribaron más de 6 millones de guantes descartables y 930.000 batas de protección y trajes de aislamiento.

Fueron más de 45 vuelos diferentes en los que llegaron estos productos tan necesarios para afrontar la pandemia del coronavirus.

Con un 38% del total, la mayor cantidad de productos sanitarios fue ingresado por el Ministerio de Salud de la Nación. El resto fueron destinados a ministerios provinciales e instituciones de salud.

En el caso de las vacunas, desde el 24 de diciembre de 2020 empezaron a llegar las dosis en vuelos provenientes de Rusia, India, China y Holanda. En 16 embarques arribaron ya al país más de 7 millones de dosis.

Atentos a la crisis sanitaria y con el objetivo de darle la mayor celeridad posible, el personal de la Aduana prioriza tiempos y asegura la integridad de las vacunas para lograr que desde el arribo del avión hasta la salida con los camiones no se exceda el plazo de entre 90 y 120 minutos.

En cada uno de los ingresos, tanto de vacunas como de productos sanitarios, es clave el trabajo coordinado con el Ministerio de Salud y con la ANMAT. La cooperación entre los distintos organismos del Gobierno garantiza que cada vez que se da un arribo estén todos los permisos y la documentación necesaria.

Durante una importación regular de cualquier mercadería, una vez arribado un avión con carga se debe pasar al depósito donde se desarrollan las tareas de control. Para el caso de las vacunas contra el Covid-19, tras la llegada de los vuelos los agentes de la Aduana hacen el control en pista para imprimirle la mayor celeridad al ingreso, siempre y cuando con esta modalidad quede asegurada la preservación de las vacunas.

Es relevante en el proceso de importación de las vacunas la Ley 27.573 sancionada en octubre del año pasado que declara de interés público la investigación, desarrollo, fabricación y adquisición de las destinadas a generar inmunidad adquirida contra el coronavirus.

Esta norma exime del pago de derechos de importación y de todo otro impuesto, gravamen, contribución, tasa o arancel aduanero o portuario, de cualquier naturaleza u origen, incluido el impuesto al valor agregado, a las vacunas y descartables importados por el Ministerio de Salud, al igual que pudieran hacer las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Así, la Aduana participa de todos los operativos de ingreso de los insumos como de las vacunas al país que permite desarrollar la campaña de vacunación más grande de la historia Argentina.