En otro siniestro ocurrido en la ciudad de Buenos Aires, un conductor alcoholizado provocó un triple choque durante la madrugada de este domingo en el barrio porteño de Palermo.
 

Por si fuera poco, el automovilista intentó escapar y terminó siendo detenido por un taxista que presenció el impacto. Si bien la niebla fue un factor determinante en el accidente, el hombre viajaba con el celular en su mano, según denunciaron los testigos, y se cree que el joven de 25 años, todavía no identificado, habría perdido el control de su auto por el estado de embriaguez.
 

Una de las personas afectados por el siniestro ocurrido entre las avenidas Scalabrini Ortiz y Córdoba, fue trasladada a un hospital por una fractura en un brazo, mientras que otro de los conductores sufrió una leve contusión en la cabeza, pero se encuentra fuera de peligro. El automovilista que provocó el choque, aparentemente alcoholizado intentó beber una gaseosa antes de que la Policía de la Ciudad le realice el test de alcoholemia y luego se prendió un cigarrillo, precisó La Nación.

El choque se habría provocado tras una maniobra en la que el conductor, bajo los supuestos efectos del alcohol, habría impactado su auto Mercedes Benz contra un Volkswagen que esperaba el cambio del semáforo. En consecuencia, perdió el control del rodado e impactó contra otro auto estacionado en la vereda y siguió su marcha, con la intensión de escapar, durante 80 metros, cuando fue interceptado por un taxista hasta que la Policía llegó al lugar.

Al ser consultado por el cronista de LN+, el joven de alrededor de 25 años se negó a responder dándole la espalda al periodista que insistía en conocer su versión de los hechos. En ese momento, intentó esconder una gaseosa recién abierta que habría comprado en un kiosco cercano a lugar del siniestro, instantes después de que la Policía lo detuviera. Los oficiales, al percatarse de las intensiones del causante del choque, le quitaron la bebida y la depositaron junto a uno de los vehículos damnificados.

El consumo de una gaseosa podría afectar el resultado del test de alcoholemia pendiente en el automovilista. Vestido con un buzo negro y pantalón marrón, continuó con su estrategia de reducir la cantidad del alcohol que podría indicar el medidor y se prendió un cigarrillo, pese a la presencia de cámaras y agentes de la Policía.

Fuente: Àmbito