A fines de diciembre del 2021 el escenario político y la figura de María Eugenia Vidal sufrió un fuerte cimbronazo con la aparición de un video, que la AFI presentó a la justicia, donde se vía el cómo funcionarios de la ex gobernadora junto a otros funcionarios del PRO, empresario y agentes orquestaban el armado de causas para doblegar a dirigentes sindicales. Si para creer hay que ver, esto puso imágenes al espionaje ilegal que realizó la administración de Mauricio Macri sobre propios y ajenos, y cada vez se conocen más testimonios.

Este lunes salieron a la luz detalles exclusivos de cómo la "Gestapo antisindical" bonaerense orquestó la detención del ingeniero y dirigente Marcelo Balcedo, necesaria para atacar el salario de los trabajadores minoridad y educación tanto de la Provincia como del municipio de La Plata.

Para ir contra el dirigente del Soeme primero debían tener una denuncias o procesos penales abiertos, cómo no existían recurrieron a una vieja denuncia de la AFIP contra el sindicato en la que se pedía al gremio documentación para establecer si correspondía al mismo el pago o no del impuesto a las Ganancias. En el transcurso del expediente, la AFIP concluyó que “no había interés fiscal” por parte del organismo y que los libros “cumplían con las exigencias legales”, pero la "Gestapo" lo vio cómo una oportunidad para abrir una causa federal, informa el Diario HOY, medio platense también afectado por el accionar extorsivo del PRO.

Por qué aseguran que Mauricio Macri era el jefe de la persecusión judicial

Para mediados de 2017, la maquinaria de espionaje ilegal estaba en pleno funcionamiento y un par de días antes de la detención de Balcedo, más exactamente el 20 de diciembre de dicho año el operativo se puso en marcha en la Casa Rosada, durante un encuentro del que participaron Mauricio Macri, Darío Nieto, Marcelo Villegas, María Eugenia Vidal, Gustavo Ferrari, Patricia Bullrich y Jorge Triaca. Entre las 17.08 y las 19.02 todos estuvieron en Casa Rosada. Triaca, quien llegó unos minutos más tarde de lo pautado, se retiró primero, mientras que Patricia Bullrich solamente participó unos minutos de la cita: arribó a las 18.46 y se retiró a las 18.54.

Luego de eso, la AFI pidió colaboración a los servicios de inteligencia uruguayos con la excusa de saber el paradero de Balcedo, el cual por su alto perfil era fácil de ubicar. De hecho un informe de inteligencia del mismo día en que se llevó a cabo la reunión en la Casa Rosada señala que el empresario y dirigente estuvo en el Aeroparque porteño pero no lo detuvieron porque aún no tenían ultimados los detalles ni estaba la orden de la directa de la palanca política liderada por el ex Presidente. 

“El día de la fecha, siendo las 08:30 hs., recibí un llamado telefónico proveniente de la Unidad de Inteligencia de la Gendarmería Nacional Argentina, a fin de ponerme en conocimiento que se cotejó una entrada al país en el día de hoy, por parte del Sr. Marcelo A. Balcedo, mediante el vuelo particular matrícula PRV-N619ML a las 06:28 AM, habiéndose realizado el paso del cruce a través del Aeropuerto Jorge Newbery, con procedencia desde la República Oriental del Uruguay. Asimismo, dejo constancia que, siendo alrededor de las 13:00 hs., la Unidad antes referida se comunicó nuevamente para poner en conocimiento de la salida del país del Sr. Balcedo a las 12:11 hs., mediante el vuelo particular matrícula PRV-LVGQN, el cual utilizó el mismo paso de cruce, con destino hacia la República Oriental del Uruguay. 20 de diciembre de 2017”, indican los papeles de la agencia de inteligencia.

Recién 4 días después, el 24 de diciembre, se libró la orden de detención internacional de Marcelo Balcedo, la cual terminó efectuándose el 4 de enero de 2018.

De esta manera, el 23 de enero de 2018 luego de una reunión en Casa Rosada entre el ministro de Justicia de Nación, Germán Garavano; el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas; y Gustavo Arribas, decidieron la intervención del Soeme, que se llevó a cabo el 29 de enero de ese año. La misma fue copada por ex ejecutivos de Telecom, empresa en la que Marcelo Villegas se desempeñó hasta asumir en la funcionario de la administración de María Eugenia Vidal.

A partir de ese momento comenzó un vaciamiento del sindicato, de hecho por ese entonces el Soeme recibía por parte de las escuelas y universidades católicas un aporte solidario del 5% sobre el salario que les pagaban a sus empleados, y luego de la intervención eso pasó a ser del 1%, lo que marcó un fuerte precedente ya que es la primera vez en la historia del país que un gremio renunciaba a un aporte algo que era completamente irregular ya que ese tipo de financiamiento pertenece a los afiliados.