En un nuevo programa de “Seres Libres”, que se emite por Crónica HD todos los viernes a las 22, el cantante Germán Tripel, conocido en sus inicios como "Tripa", se confesó con Gastón Pauls sobre sus adicciones y los problemas que tuvo en su vida personal y profesional.

Tripel se hizo famoso de la noche a la mañana cuando participó del reality musical "Popstars" y se convirtió en uno de los integrantes del grupo "Mambrú", que tuvo gran éxito desde 2003 a 2005, cuando se disolvió.

Según contó en "Seres libres", la gran y rápida exposición generaron varios conflictos dentro suyo, por lo que termino deprimido, experimentando con drogas y llegó a pensar en suicidarse.

El conductor le consultó qué significó para él todo ese tiempo de popularidad juvenil: "Fue un viaje de egresados emocionalmente, y psicológicamente fue un golpe muy fuerte. Fue una caída muy fuerte para un chico de 23 años que te suban así y que estén todos para decirte 'sí, está buenísimo', y de repente que se baje, que te caigas, y que nadie esté para acompañarte, salvo la familia que por suerte estaba".

"A raíz de eso empecé a perder un poco la noción de lo que quería, y de cómo hacerlo. Salía todos los días, consumía drogas, tomaba mucho alcohol y llegué a pensar en suicidarme", reveló ante la atenta mirada de Pauls.

La historia se puso peor: "Ahí perdí los estribos, me deprimí un año, me mudé de vuelta con mis viejos y que les desconé el sillón porque estaba todo el día tirado. Para lo único que me levantaba era para para ir a entrenar, que era como lo único que me desconectaba de esta sensación". 

Luego, aclaró que los conflictos más fuertes llegaron tras la disolución del grupo. "Ahí empecé con la depresión de qué soy... fui sólo un producto, cuando termino  Mambrú. Tenía 24, 25 años. En ese momento aparecieron las drogas".

Sobre las cosas que consumió, confesó: "Pastillas, LCD, cocaína, nada inyectable, me ofrecieron pero no llegué. Y después empecé  a buscar antidepresivos, le robaba a mi vieja, mezclaba cosas con el alcohol y de repente tener estos picos de éxtasis y después de querer matar a todo el mundo o matarme yo".

"Recuerdo esos momentos con vergüenza porque me acuerdo de lo que pensaba 'por lo menos así me van a extrañar'. Sentir que ya no le importaba a nadie, a pesar de que estaban mis viejos y mi hermana y mi mejor amigo que me habían acompañado en todo el momento medio depre. Pero era muy loco, yo siempre necesitaba cómo tener a mi gente cerca en las salidas y cuando iba solo me pasaba eso", detalló.

También describió lo que pasaba por su mente cuando pensó en quitarse la vida: "Cuando pasaba por el puente de River, en la Avenidad Lugones, hasta la curva cerraba los ojos y que pasara lo que tenía que pasar. A las tres de la mañana, cuando ya no había mucha gente, un inconsciente total. Lo hice varias veces. Lo peor que podría haber pasado era generar un accidente, quedaba cuadripléjico, vivo".

Desde el presente, reflexiona sobre esos pensamientos bajo el efecto de las drogas: "Me puse a pensar en todas las idioteces que uno piensa estando bajo el efecto de todo eso y sin el control. Nunca tuve un descontrol con las drogas, pero si me gustaba probarlas para saber que me generaban. Con el alcohol quizás un poco más inconsciente en alguna época de mi vida".

También debió luchar con las críticas y los señalamientos por estar en una banda pop: "Todo el tiempo tenés que estar tratando de justificar lo que querés ser. Todo el tiempo tratando de justificar que podés cantar, podés actuar cuando no tenés la devolución del ojo que te gusta. Nos cruzábamos con los Kapanga o con Charly García o con un montón de personas que admirábamos mucho y de repente veíamos que nos criticaban, o qué hacían cosas arriba del escenario y no lo entendíamos".

"No podíamos entender por qué estaban celosos de nuestro éxito, porque éramos un producto. Eso a mí por lo menos me llevo como a un lugar tan horrible, como de distancia, de tener que cantar cada vez mejor para demostrarle al de Kapanga que puedo, y terminé siendo un idiota, un esclavo de mi propio juicio, y este juicio de valor de creerme que soy menos que otros por el simple hecho de haberlos admirado. Eso me cansó el cerebro", concluye.

Cuando Gastón le consultó por el abandono mediático tras el fin de Mambru, el artista exclamó: "Eso fue lo peor para mí, porque nos habíamos enamorado tanto de ser los mimados del medio. Fue muy loco porque me acuerdo exacto que con Mambru terminamos en 2005 a mediado de año. Al otro día fui a un evento y fue increíble porque nadie me pidió una nota, nadie nada. Fue tremendo porque fue de pasar a ser los hijos mimados de (Gustavo) Yankelevich a ser nada".

Fuente: Crónica