El establishment económico, la oposición política, los medios dominantes, y parte de la Justicia están decididos a desgastar y destituir al gobierno de Alberto Fernández. Con el apoyo de la embajada de Estados Unidos quieren repetir en Argentina lo que hay hecho en muchos países de América Latina. En cada país usaron distintos métodos, incluso en Argentina le prestaron 50.000 millones de dólares al ex presidente Macri para que gane la reelección, pero una jugada magistral de Cristina Kirchner produjo su derrota.

Lo sucedido ayer en la Corte Suprema de Justicia, más allá que todavía falta el fallo de fondo, es una muestra más de la intimidación para desgastar al gobierno del Frente de Todos. Eso sumado a la presión por el dólar con la única intención que el gobierno termine en una brutal devaluación que perjudique a los más humildes y asalariados.

El presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, hombre del riñón del Grupo Clarín y de grandes empresas multinacionales, hizo un dictamen hablando de “gravedad institucional inusitada”. Rápidamente en las redes se empezó a instalar que el presidente de la Corte podría reemplazar a Alberto Fernández, llegando a la Casa Rosada sin pasar por elecciones, como ha sucedido en países hermanos.

POR OTRO 17 DE OCTUBRE PARA FRENAR EL GOLPE PALACIEGO DE LA CORTE Y EL ESTABLISHMENT

Ayer, Nazareno Etchepare, dirigente del partido de José Luis Espert, sin pelos en la lengua, afirmó: “El per saltum comienza a posicionar al juez Carlos Rosenkrantz como el reemplazo natural del trío Fernández, Fernández, Massa ante un eventual final anticipado de gobierno derivado de una eventual crisis económica y social que crece más cada día”.

Es el sueño de la derecha: gobernar el país sin que se vote. Durante décadas lo hicieron con golpes cívicos militares pero esa instancia desapareció en Argentina luego que la última dictadura dejara 30 mil desaparecidos. El ‘Nunca más’ ya es parte de la sociedad argentina. Ya no hay retorno de las bayonetas al poder, de allí que la derecha busca otras formas, como sucedió en Brasil, Paraguay, Ecuador y Bolivia  para eludir el voto de la sociedad.

Ya hemos contado en este portal, que la historia de la ‘Corte al Poder’ no es algo nuevo en la Argentina. Sucedió en 1945, cuando se buscó que la Corte se hiciera cargo del gobierno luego que fuera detenido el coronel Perón. En aquellos días, el pueblo trabajar salió a la calle el 17 de octubre y el sueño de la derecha se derrumbó como un castillo de naipes. Lo demás es historia conocida: el peronismo llegó al poder y transformó para siempre la historia de este país, consagrando derechos a favor de los trabajadores, las mujeres, lo ancianos y la niñez.

Mientras la derecha marca la agenda con la Corte y el dólar, el presidente Alberto Fernández está concentrado en los temas importantes como fue el dialogo con el presidente de China Xi Jinping, con todas las políticas en defensa de la salud frente a la pandemia, con la ayuda económica del IFE y los ATP o el gobernador Kicillof anunciando un megaplan para construir más de 33 mil viviendas en la provincia de Buenos Aires

El gobierno del Frente de Todos trabaja todos los días en resolver los problemas pero no alcanza. Ha llegado el momento de  que el peronismo utilice su arma más poderosa: ganar la calle. Sabemos que hay pandemia pero es necesario que la mayoría del pueblo argentino salga a la calle para mostrar que no están dispuestos a que una minoría se lleve puesto al gobierno.

MÁS ALLÁ DEL PEDIDO DEL PRESIDENTE Y LA CGT, LA MILITANCIA PIENSA EN UN 17 EN LA CALLE

Fuente: Info 135