Durante su viaje a Mongolia, el papa Francisco instó por el fin de la guerra y un compromiso "urgente" por el ambiente. El sumo pontífice deseó que "pasen las nubes oscuras" de los enfrentamiento bélicos. Además, advirtió que la corrupción es una "amenaza seria". También alentó a la fraternidad universal para resolver tensiones.

"Quiera el cielo que, sobre la tierra, devastada por tantos conflictos, se recreen también hoy, en el respeto de las leyes internacionales, las condiciones de aquello que en un tiempo fue la pax mongola, es decir, la ausencia de conflictos", planteó el pontífice al hablar ante las autoridades políticas y sociales de Mongolia en el Palacio de Gobierno del país.

"Así como dice su proverbio: las nubes pasan, el cielo permanece, que así pasen las nubes oscuras de la guerra", deseó el pontífice al hablar ante unos 700 invitados y luego de reunirse con el presidente Ukhaagiin Khurelsukh.

En su discurso, Francisco alentó además "que se disipen por la firme voluntad de una fraternidad universal en la que las tensiones se resuelvan sobre la base del encuentro y del diálogo, y que a todos se les garanticen los derechos fundamentales".

El papa Francisco instó por el fin de la guerra y un compromiso "urgente" por el ambiente

Desde la capital Ulán Bator, considerada una de las ciudades más contaminadas del mundo en un país que tiene una larga tradición minera, el Papa se enfocó también en pedir un compromiso "urgente" a nivel mundial por el ambiente.

"Lo que para nosotros cristianos es la creación, es decir, el fruto de un benévolo designio de Dios, ustedes nos ayudan a reconocer y a promover con delicadeza y atención, contrastando los efectos de la devastación humana con una cultura del cuidado y de la previsión, que se refleja en políticas de ecología responsable", sostuvo en esa dirección.