La investigación de El Disenso te muestra todo con evidencia clara:

En junio del año pasado, desde El Disenso te contamos como se blinda el gobierno de Larreta en la Ciudad de Buenos Aires y los millones que se gastan en pauta, para que algunos medios callen en lugar de preguntar. Muchos fueron los periodistas que se enojaron al hacerse públicos estos datos, asegurando que un pago de pauta no influye en la línea editorial. Este informe te va a mostrar como Larreta construye la historia de su gestión en CABA a través de “Publinotas”, dilapidando millones para sostener su relato.

El multimillonario blindaje mediático de Larreta al descubierto

Máximo Merchensky es el Subsecretario de la Subsecretaria de Comunicación Social, desde donde se sientan las bases para la construcción del relato de gobierno que luego llega a los vecinos de CABA a través de los distintos medios que reciben pauta del GCBA.

Una publinota (Branded Content) es una publicación con fines publicitarios que se “maquilla” y se presenta como si fuera una noticia más, pero en realidad está escrita por el cliente que abona al medio este servicio. El contenido pago es publicado junto a otras noticias “reales”, confundiendo al lector que a primera vista desconoce que se trata de una publicidad y no una pieza periodística real.

Una publinota es una modalidad completamente opuesta a un sistema de prensa libre, donde cada editor genera libremente su contenido y el público lo compra de acuerdo a sus intereses; en cambio, con la modalidad publicitaria de Larreta, el fisco le cobra impuestos al vecino para pagarle al medio que le imponga al vecino el relato que al gobernante le conviene.

En el siguiente detalle de pauta, podemos ver cuales son los medios que a cambio del vil metal aceptan publicar en sus paginas estas publinotas de la gestión de Larreta, y los valores que cobran por esta engañosa prestación a sus lectores:

La Nación, Tiempo, Perfil, Cronista, TeLeFe, Pronto, Paparazzi, Forbes, Negocios, TyC Sports, El Nueve, Apertura, InfoTechnology, AméricaTV, A24, Continental, Los 40, FM Aspen, La Red, Ovación, Primicias Ya, Gente, Para Ti, Feria Puro Diseño, Latam Noticias, NET, Metro 95.1, Pulso Urbano, Bacanal, El Federal, JustMob, Ar 100 Radios, Radio Mitre, La 100.

El precio por cada una de estas “publinotas” depende del medio y la llegada, alcanzando valores de hasta $392.035 por publicación.

El multimillonario blindaje mediático de Larreta al descubierto
El multimillonario blindaje mediático de Larreta al descubierto
El multimillonario blindaje mediático de Larreta al descubierto
El multimillonario blindaje mediático de Larreta al descubierto
El multimillonario blindaje mediático de Larreta al descubierto

Pero además de las publinotas, el gobierno no ahorra inversión en elementos de Vía Pública, Cines, revistas y diarios, y todo tipo de banners y contenido multimedia que invade las pantallas de los vecinos de CABA desde los distintos medios.

Nota aparte merecen los multimillonarios presupuestos asignados a Google y Facebook, donde utilizan una herramienta similar a las publinota denominada “Contenidos Promocionados“, publicidad creada por el cliente que invade nuestros perfiles cada vez que ingresamos a la web y revisamos nuestras redes sociales.

El multimillonario blindaje mediático de Larreta al descubierto
El multimillonario blindaje mediático de Larreta al descubierto

La Pauta Oficial es la herramienta que poseen los políticos para adquirir espacios publicitarios a fin de dar difusión a sus actos de gobierno.

Durante 2018, el GCBA invirtió 685 millones de pesos en publicidad oficial para tv, medios vecinales y gráfica. De acuerdo al presupuesto vigente, la Secretaría de Medios cuenta en 2020 con una caja de $1.601.778.869

Desde El Disenso ya encontramos varios casos de páginas de periodistas que, aún sin visitas, reciben suculentos aportes publicitarios por algún concepto que, a todas luces, no es la “difusión de actos de gobierno“. Los beneficiarios de esta modalidad, son justamente aquellos que perdieron las “ganas de preguntar”, convirtiéndose en simples propagandistas que responden a la billetera del político de turno.

La pauta oficial pasó de ser una herramienta de difusión de actos de gobierno a un instrumento de blindaje y construcción de relato, pero la culpa no es solo del que paga, sino también de aquellos que aceptan cobrar por realizar este “servicio”.

Fuente: El Disenso