El periodista Jorge Lanata fue dado de alta el sábado tras haber sido internado nuevamente por un cuadro febril. Ahora, días después de ello, volvió a su programa radial y habló sobre el delicado estado de salud que le tocó vivir en los últimos días.

El día que cumplió 63 años, los médicos lo dejaron en observación y finalmente volvió a su casa, sin embargo, levantó fiebre y tuvo que ser nuevamente internado en terapia intensiva. Finalmente, el sábado pasado fue dado de alta, pero debía hacer reposo hasta este lunes.

“Estoy bien, estoy cansado con la duda de si empezaba hoy o el miércoles para ver como seguía la historia, pero acá estoy”, comenzó a decir el conductor, Lanata sin filtro, por Radio Mitre.

Respecto a cómo sobrellevó su delicado estado de salud, el periodista reconoció que no la pasó bien, ya que estuve complicado, pero aseguró que “es todo tan eventual que de golpe no te pasa nada y de golpe te pasa, es totalmente eventual”.

Hubo tres etapas que tuve y la última fue más complicada que se llama shock séptico (una infección generalizada). La sensación que tengo ahora es que tuve como cuatro o cinco meses afuera y no porque en verdad estuve un mes, pero cuando lo ves parece más”, relató.

Lanata tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en varias oportunidades por diferentes afecciones en los últimos años. En el último mes, sufrió dos internaciones: el primero fue a mediados de agosto, y si bien tras 19 días dentro de la institución médica le dieron el alta, el martes de la semana pasada regresó y este lunes los médicos dejaron que vuelva a su casa y hacer reposo.

La fuerte reflexión de Jorge Lanata luego de su última internación

Tras varios días de internación, Jorge Lanata recibió el alta y este lunes regresó a su programa radial, donde no solo reveló el difícil momento que le tocó vivir, sino que también hizo una gran reflexión de la vida.

“Tengo la sensación que si no lo tomás demasiado en cuenta, son cosas que pueden o no pasar. No sabés. Eso es lo que lo hace maravilloso y raro. ¿Por qué estoy acá y no me quedé? Es raro. ¿Cuál es la fuerza que te hizo reaccionar?”, se cuestionó.

Al mismo tiempo, aseguró que “esta fue la peor” de todas sus internaciones. “Fue peor que el trasplante, que es otro tipo de quilombo. Lo que va a pasar es lo que tiene que pasar. Vas preparado. Acá no hay plan. En un momento estuve asustado porque fui y volví de la terapia varias veces. Me asusté cuando pensé ‘¿cómo sigue esto?’”.

De igual modo, fiel a su estilo y sacando dramatismo a la situación, el periodista apostó al humor y dio un consejo: “Mi mensaje universal después de todo esto es que garchen todo lo que puedan. Quiéranse, no pierdan el tiempo. Ya sé que suena a discurso hippie, pero no lo es. Es así, no hay tiempo. Es la vida y la muerte”.

“Hagamos menos planes y démosle para adelante, esa es la reflexión que me quedó de los últimos días”, concluyó.