Hace sesenta días, Chile volvió a sumar el equivalente a cien muertos diarios y desde entonces no logra alejarse de esa cifra. Incluso si entre los adultos, prácticamente el 80% ya recibió al menos una dosis de la vacuna contra el Covid. Pese a haber llegado a reducir las muertes, confinamiento mediante, a 87 diarias en el promedio semanal a mediados del mes pasado, el último día de mayo volvió a superar la centena y nada sugiere que vayan a bajar en el corto plazo.  Sin más hoy se reportaron 198 fallecidos. 

Lo mismo sucede con los contagios que ya superaron el pico de la primera ola y también los de comienzos de abril. Solo ayer se registraron 7.716 nuevos casos, suficientes como para que el equipo de Salud de Piñera determinara este jueves el regreso a la cuarentena total en Santiago y alrededores.

A partir de este sábado 12 de junio, la Región Metropolitana de Santiago -donde habitan 8 millones de personas-y otras once comunas del interior del país volverán al confinamiento estricto. De las 5 de la mañana de ese día, el 58% de la población de Chile deberá quedarse en sus casas hasta nuevo aviso.

Con una excepción, el domingo 6 habrá ballotage para elegir gobernadores regionales y la población podrá ir a votar, siempre siguiendo estrictos protocolos de distancia social, y retirarse nuevamente a sus hogares.

Tener nuevamente más de 7.700 casos nuevos en un día pone a Chile en una paradoja respecto de la añorada inmunidad de rebajo. El país trasandino ya vacunó al 45,4% de su población total con ambas dosis y otro 13,9% con una dosis. Por lo que solo el 40,7% de la población no tiene algún grado de inmunización. Si se tiene en cuenta que el 22,3% de la población son menores de 14 años de edad, eso quiere decir que entre los que tienen 15 años o más, ya el 76% recibió al menos una dosis de las distintas vacunas. Y los contagios cada vez que reabren, vuelven a dispararse.

Mientras tanto, el 97% de las camas de terapia intensiva continúa ocupado, con un 73% de la sobrexigencia al sistema hospitalario producido exclusivamente por coronavirus, de acuerdo a ICovid Chile.

La paradoja se explica en parte en que la dosis que pasó a ser predominante en Chile es la variante P.1 o "cepa brasileña" que, como explicó el Diario La Tercera, de acuerdo a los primeros estudios disponibles, "sería doblemente más transmisible que la cepa original y tendría cierta capacidad de evadir la respuesta inmune de infecciones previas y de las vacunas".

Fuente: LPO