Todo comenzó porque Szeta contó que su padre cumplía 80 años. “Siento tristeza por no poder ir a visitarlo -expresó el periodista-. Es una realidad. Sería una boludez decir que no es así. Me da bronca no poder acercarme, pero sé que tengo que cuidarlo”.

Pero luego Mauro reveló algo que conmovió a sus compañeros: “Yo no lo había contado, pero mis viejos, los dos, fueron COVID positivo. Mi mamá se recuperó, pero mi papá sigue dando positivo, aunque ya no contagia. Él tiene problemas de enfermedades previas, le voy a hacer una videollamada, pero me gustaría decirle gracias por la responsabilidad y la idea de que podía independizarme a los veinte años. Lo extraño, y sé que seguí su legado”.

Fuente: moskitamuerta