Un economista crítico del mercado y de la política exterior de los Estados Unidos, Mark Weisbrot, llamó a los acreedores de la Argentina a aceptar la propuesta de reestructuración de deuda desde una columna de opinión en el New York Times. El codirector del Centro de Investigación Económica y Política en Washington y presidente de Just Foreign Policy es un habitual crítico del mercado, fue firmante de la carta abierta encabezada por Joseph Stiglitz que apoyó la postura argentina frente a los bonistas y, en esta ocasión, llamó a los acreedores a “aceptar la realidad”.

“En este momento crucial de la pandemia y la recesión a nivel global, muchas vidas podrían depender de esta aceptación”, consideró. Estimó “razonable” la propuesta argentina y advirtió incluso que el coronavirus podría cobrarse más vidas en países que “son forzados a pagar deudas insostenibles”.

Dijo que la Argentina presentó una “propuesta razonable para reestructurar su deuda en moneda extranjera con acreedores privados”.

Weisbrot advirtió que la pandemia de coronavirus podrá cobrarse más vidas en países que “son forzados a pagar deudas insostenibles”, por lo cual llamó la atención sobre la propuesta argentina para resolver el problema que afecta a decenas de naciones endeudadas.

“Si los gobiernos se ven obligados a usar sus escasas divisas para hacer pagos de deudas públicas insostenibles, no lograrán costear los servicios médicos, las pruebas diagnósticas, el equipo médico y ni siquiera las medidas de 'distanciamiento social’ para contener la pandemia. Y si la austeridad prolonga o profundiza las crisis económicas, las dificultades para lidiar con la crisis de salud empeorarán”, escribió.

La oferta argentina propone postergar los pagos de deuda durante los próximos tres años y, según estimó Weisbrot, prevé reducir las tasas de interés de un promedio de alrededor del 7% al 2,3%", lo que consideró una “reducción mínima”.

“Argentina es uno de los muchos países cuya carga de deuda actual es insostenible. Algunos de los principales acreedores rechazaron la oferta inicial del gobierno, pero sería insensato de su parte obligar a Argentina a incurrir en impago”, reclamó.

Sostuvo que el caso de la Argentina es un “claro ejemplo de cuán importante es que los gobiernos lleguen a acuerdos sostenibles para liquidar sus deudas, y cuán peligroso es tratar de pagar una carga de deuda que es insostenible”.

Weisbrot, de 66 años, recordó el derrotero de varios países durante la crisis financiera y la recesión de 2008 y 2009, entre otras. 

“Esta clase de espirales descendentes que se pueden prevenir se han dado en varios países durante crisis previas, como en la crisis financiera y la Gran Recesión de los años 2008 y 2009, en la crisis financiera asiática de 1997 a 1999 y en América Latina en la década de los ochenta, un periodo conocido como la década perdida. Estas trágicas repercusiones podrían repetirse actualmente si ante la carga de deuda insostenible se impone una austeridad mortal. Además, la amenaza inmediata a la vida humana ahora es mucho mayor, pues la diferencia entre la implementación o la ausencia de medidas necesarias para contener el coronavirus por parte de los gobiernos se estima en millones de vidas”, alertó.

“Los acreedores deben aceptar la realidad de que las cargas insostenibles de deuda solo engendran crisis peores a la larga. En este momento crucial de la pandemia y la recesión a nivel global, muchas vidas podrían depender de esta aceptación”, concluyó.

Fuente: Infobae