Las organizaciones sociales y de derechos humanos que asisten a las personas que viven a la intemperie en la Ciudad de Buenos Aires denuncian que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta incumplió los acuerdos y avanzó en un censo unilateral que subregistra a la población, evita recolectar datos cualitativos de minorías específicas y no atiende las recomendaciones realizadas. Advierten que el gobierno porteño las excluyó de un relevamiento que iban a realizar en conjunto.

Con la llegada del frío y una situación social delicada al límite, en la capital del país aún no hay estadísticas oficiales confiables sobre la cantidad de personas que viven en las calles.

El 23 de diciembre de 2020 se firmó un acta acuerdo que conformaba una mesa de trabajo integrada por las organizaciones, los organismos públicos de defensa y las agencias de gobierno que abordan la temática en la Ciudad, con el objetivo de desarrollar en conjunto la metodología e implementación del censo que, como indica la ley 3706/11, debe realizarse todos los años.

A pesar de las reuniones que mantuvieron durante los primeros cinco meses del 2021, en la que participó el ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, a cargo de María Migliore, y la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad, no hubo acuerdos.

La diferencias principales, según señalaron las organizaciones, surgieron por la negativa del gobierno porteño de incluir en el conteo a las personas que se encuentran en centros de integración o dispositivos de alojamiento, además de evitar preguntas sobre covid, violencias y experiencias específicas sobre mujeres y personas trans.

Las autoridades se negaron a extender la duración del censo y argumentaron que decidieron la metodología de manera unilateral por falta de tiempo. “El gobierno de la Ciudad decide excluir parte de lo que habíamos firmado en el acta acuerdo, como la participación activa de las organizaciones sociales en el seguimiento de la información y nuestra participación física. Y de repente anuncian que iban a realizar el censo el 11 de mayo y lo entendimos como una ruptura”, dice Constanza Guillén, del MTE, a El Destape.

La dirigenta social advierte el gobierno porteño realizó el censo de 18 a 6 de la mañana, “que es cuando no se permite la circulación, y eso impacta en el alojamiento de las personas que están en situación de calle”, y señala que “hay bastantes irregularidades y formas que no compartimos”.

El referente de Proyecto 7, Horacio Ávila, explica que no se tuvo en cuenta la restricción horaria de circulación durante la noche. “Toda la geografía de la ciudad en relación a la situación de calle nocturna se modificó completamente. Muchos eligen correrse de los lugares más visibles o céntricos, y pasan a la periferia o buscan formas de esconderse. Entonces ahí ya claramente nunca vas a tener un número real, no van a encontrar a mucha gente porque tienen miedo de que los metan en cana”, advierte Ávila en diálogo con El Destape.

“Más allá de lo metodológico, era un acuerdo político. Nos querían poner como veedores en lugar de partícipes, y habíamos acordado otra cosa. Y en una de las últimas posibilidades de llegar a un acuerdo, el gobierno de la Ciudad pone una fecha de censo de manera unilateral, y rompe todos los acuerdos”, señala Horacio Ávila.

En un relevamiento oficial del gobierno de la Ciudad realizado en 2019, previo a la actual crisis sanitaria generada por el Covid-19, había 1.147 personas que vivían en las calles porteñas. Sin embargo, un número notablemente superior surge del segundo censo popular realizado el mismo año por organizaciones sociales y civiles, junto con la Defensoría del Pueblo porteña y la AGCBA, había contabilizado 7.251, de las cuales 5.412 no tenían acceso a paradores ni a establecimientos.

“Seguiremos trabajando para generar datos que reflejen fielmente la realidad y sirvan para diseñar políticas públicas que sean efectivas para mejorar de manera definitiva la situación de las personas que viven en la calle”, finaliza el comunicado difundido este jueves por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia, el Centro de Estudios Legales y Sociales, la organización Proyecto 7 - Gente en situación de calle, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y MP Nuestramérica.

“No sé por qué tomaron esa actitud, pero no nos sorprende. Apostábamos a una construcción colectiva y a aplicar la ley como se indica, el censo iba a marcar un antes y después para lograr finalmente trabajar juntos, pero ellos rompen el acta acuerdo”, dice Guillén, del MTE.

La falta de datos oficiales se suma a las "graves falencias" en el programa del Gobierno porteño Buenos Aires Presente (BAP), que asiste a personas en situación de calle, falta de paradores o malas condiciones de los existentes, sin posibilidad de respetar las medidas de distanciamiento social e higiene, según un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA).

"Es preocupante la metodología del gobierno porteño para realizar el censo a personas en situación de calle. En 2019, informaron que eran 1147 personas mientras que el que hicieron la Defensoría del Pueblo, la Auditoría, organizaciones sociales y políticas detectaron 7251. La diferencia es abismal. El año pasado lo suspendieron y este año no hemos sido convocados”, dice la titular de la Auditoría, Mariana Gagliardi, a El Destape.

Y agrega que "es muy difícil pensar políticas efectivas si no contamos con datos claros y no permiten que trabajemos en conjunto, ya que estos temas hay que abordarlos de manera interdisciplinaria".

La auditoría destaca que "faltan estadísticas y mecanismos sistemáticos para identificar a estas personas y pensar, de forma simultánea, una solución. No podemos naturalizar que la calle sea un lugar donde viven tantas personas en la ciudad más rica del país".

La presidenta de la AGCB destaca también que tampoco hay un registro oficial sobre la cantidad de personas asistidas por la Ciudad ni datos cuantitativos de personas en paradores y hogares conveniados. Además, tampoco hay una cantidad necesaria de establecimientos para familias, por lo que muchas veces tienen que separarse.

Fuente: El Destape