El gobierno argentino y el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) trabajan por estas horas para ultimar los detalles de un acuerdo que, si no surge un imprevisto, será anunciado este viernes sobre el filo de la apertura de los mercados. Como anticipó El Destape, se pactará un programa que no prevé ajustes para los próximos dos años y proyecta llegar al equilibrio fiscal en el 2025. El país realizará el pago de los 718 millones de dólarescon vencimiento inminente pero el organismo reembolsará, tras la firma, los 4.300 millones que fueron saldados hasta ahora para fortalecer las reservas del Banco Central. El ministro Martín Guzmán acordó un déficit del 2,5% en 2022, del 1,9% en 2023 y del 0,9% en 2024.

El Gobierno le pidió al Fondo que los desembolsos sean mayores que los vencimientos. Le solicitó recibir, de marzo de 2022 a marzo de 2023, el 70% del total. De esta manera se cubren los pagos hasta setiembre del año que viene. Así se busca evitar vivir con la espada de Damocles ante cada vencimiento.

A diferencia de los acuerdos habituales del Fondo, no habrá cambio de fórmula previsional ni flexibilización laboral ni despidos estatales.

Para asegurarse de que el Estado siga impulsando la economía, se pactó un aumento en los gastos de capital para obra pública del 1,4% del PBI en 2021 al 2,2% en 2022. Además del dinero que pueda llegar de créditos externos.

No hay acuerdos buenos con el fondo. El crédito que tomó Mauricio Macri es demencial. Pero dentro de las posibilidades actuales este acuerdo es por lejos el mal menor: no tiene condicionamientos estructurales y prevé bajar el déficit creciendo. Las restricciones de financiamiento y externas no permitían caminos muy distintos a los pactados, aún sin el FMI en el medio.

También abre puertas a nuevos negocios externos. Todos los acuerdos con Rusia y China están sujetos al acuerdo con el FMI.

Una vez que se haga oficial el entendimiento, el Gobierno enviará al Congreso el programa acordado para que se trate a partir de la semana que viene. Una vez que se apruebe en el parlamento, se firmará una carta de intención con el Fondo, que por último deberá ratificar el texto en el board, donde votan los representantes de cada país. La decisión política del gobierno de los Estados Unidos y el apoyo recogido en América Latina y Europa por el presidente Alberto Fernández despejaron el camino para zanjar las diferencias entre los técnicos del organismo y las necesidades políticas de la Argentina.

El tiempo corre todavía en el reloj de arena, aunque entre los funcionarios al tanto de la negociación anoche se palpaba una confianza que antes no estaba en el aire. El deadline más evidente es el que impone el pago de la cuota al FMI, a las 14 horas. Pero hay otro, anterior, que es el que termina por marcar la agenda: después de varias jornadas de inestabilidad financiera y cambiaria y en vísperas del mes con peor balance cambiario del año, el Gobierno necesita achicar el margen de suspenso y dar un volantazo a las expectativas. Para mayor efecto, el anuncio se hará a las 10 de la mañana, cuando abren los mercados.

Fuente: El Destape