Este jueves se conocieron quiénes son los dos jueces que completarán el tribunal que definirá si el camarista Mariano Borinsky puede intervenir o no en el caso del espionaje ilegal a la tripulación del ARA San Juan donde se debe resolver la situación procesal de Mauricio Macri. Borinsky fue recusado por las querellas, para quienes el magistrado tiene comprometida su imparcialidad por sus visitas a escondidas al entonces presidente Macri en la Quinta de Olivos, que reveló El Destape. Aunque parezca insólito, uno de los dos magistrados que salió sorteado para definir la suerte de Borinsky fue Gustavo Hornos, otro de los camaristas que visitaba a Macri en la Quinta de Olivos y la Casa Rosada. La abogada Valeria Carreras adelantó a este medio que planteará que Hornos no puede intervenir en esta incidencia. El otro juez sorteado fue Diego Barroetaveña.

“Se hace saber a las partes que esta Sala ha quedado integrada en las presentes actuaciones por los Dres. Diego G. Barroetaveña, Gustavo M. Hornos y el suscripto, para resolver la presente incidencia”, se lee en el documento judicial firmado por el juez Guillermo Yacobucci mediante el cual se le informó a las partes quiénes revisarán la excusación de Ángela Ledesma en la recusación de Borinsky y luego la recusación de Borinsky en sí.

La letrada Valeria Carreras, representante de la querella mayoritaria, se refirió a la aparición de Hornos para resolver la situación de sus colegas en este caso tan sensible: “En esta ocasión se da como un gag cómico, que quien tiene que decidir si aparta al juez Borinsky, recusado por sus asiduas visitas al ex presidente Macri, es justamente quien desató el escándalo a raíz de sus reiteradas visitas a Macri, me refiero al Juez Hornos. No se tolera tanto cinismo, es como poner al ladrón a juzgar a un par de su condición”.

Carreras también afirmó: “Recusaremos a Hornos. Dejaremos por escrito para generaciones futuras, el peor momento de la justicia Argentina”. “La recusación se fundará en tener conflicto de intereses respecto de la causal contra Borinsky”, explicó.

Tal como publicó El Destape el 1 de abril de 2021, Gustavo Hornos, entonces presidente de la Cámara de Casación, no sólo visitó 6 veces al entonces presidente Macri en la Casa Rosada sin informarles a sus pares sino que aparece dos veces en los registros de ingresos a la quinta de Olivos. Es decir, hizo lo mismo por lo que Borinsky fue recusado por las querellas en el caso del espionaje a los familiares de la tripulación del ARA San Juan: visitó a Macri a escondidas.

Como se desprende de las planillas de ingreso a la residencia presidencial a las que este medio accedió por un pedido de acceso a la información pública, Hornos ingresó a Olivos el 9 de noviembre de 2016, un mes después de la quinta visita de Borinsky a Macri. Y el 8 de marzo de 2017. Ocho días más tarde su colega de sala, Borinsky, también volvería ingresar a la residencia presidencial. Sería su séptimo ingreso (Borinsky estuvo al menos 16 veces en Olivos). Tanto Hornos como Borinsky firmaron –y convalidaron- las principales causas de persecución contra dirigentes kirchneristas, sobre todo, contra CFK.

Ya cuando se conocieron sus al menos 6 visitas a Macri en la Casa Rosada, que este medio reveló el 9 de febrero de 2021 y que motivaron una denuncia penal en su contra, Hornos fue interpelado por sus pares de Casación para dar explicaciones. Entonces dio una argumentación insólita: dijo que mantenía una relación social con Mauricio Macri desde hace años y que en aquellas reuniones en la Casa Rosada tuvo diálogos con él sobre variados temas judiciales pero no sobre fallos puntuales. Luego este medio revelaría las mentadas visitas a la Quinta de Olivos.

En diálogo con El Destape, la abogada Carreras también hizo alusión a la situación de la camarista Ángela Ledesma que intervendrá en la cuestión de fondo pero decidió apartarse de opinar sobre la participación de Borinsky en la causa luego de que la defensa del exjefe de los espías, Gustavo Arribas, planteara su recusación en esa incidencia: “Estamos frente a una jueza que se aparta priorizando la imparcialidad y a la vez frente a quienes son incapaces de dar un paso al costado, olvidando la ética, la ley y el respeto a si mismos”, sostuvo la letrada en diálogo con El Destape. Borinsky ya adelantó que a su criterio está en condiciones de intervenir en el caso. Es decir, rechazó la recusación en su contra. Su posición y la de las querellas es la que se debe analizar.

Antes de resolver sobre la participación de Borinsky en el caso, los camaristas Guillermo Yacobucci, Hornos y Barroetaveña deberán decidir si aceptan o no la excusación de Ledesma en esa incidencia. De aceptarla, pasarán a resolver la situación del visitante de Macri.

Si la rechazaran, Ledesma debiera volver a intervenir en la incidencia de Borinsky y uno de los dos jueces sorteados debiera ser apartado. No obstante, el hecho de que Yacobucci haya pedido sortear dos designaciones y no una es un indicio de que Ledesma será corrida y hasta que se podría resolver todo (excusación de Ledesman y recusación de Borinsky) en una misma resolución.

Si se queda en la causa, Borinsky, junto a Guillermo Yacobucci y Ángela Ledesma, tendrá que revisar el escandaloso sobreseimiento de Macri que definieron tres jueces puestos a dedo por el propio Macri en la Cámara Federal porteña, para quienes el espionaje contra los familiares de los submarinistas estuvo justificado. De allí la relevancia de la recusación del visitante de Macri.

La participación de Borinsky en este caso provocó hasta la reacción de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, quien se hizo eco del desplazamiento del caso del ARA San Juan del camarista Slokar y de la llegada del visitante de Macri en la quinta de Olivos: “Es joda. Más explícito no se consigue”, sentenció CFK respecto a esa designación. Ahora salió sorteado Hornos, visitante de Macri, para analizar la situación de sus colegas.

La recusación de Borinsky y la defensa del macrismo

La abogada Valeria Carreras recusó a Borinsky porque “su designación para integrar la presente Sala pone en crisis y afecta los derechos, principios y garantías de ser oídos por juez imparcial”. La letrada citó la investigación de El Destape que reveló que Macri se reunía en secreto con jueces y fiscales en la Quinta de Olivos, entre los que se destacaba Borinsky.

Carreras citó el artículo 55 del Código Procesal Penal que establece que un juez debe inhibirse de intervenir en un caso si “tuviere amistad íntima, o enemistad manifiesta con alguno de los interesados”. No solo las planillas que reveló El Destape dan cuenta que Borinsky y Macri se reunían en la Quinta de Olivos. Los propios protagonistas, es decir el camarista y Macri, reconocieron que jugaban al tenis y al pádel juntos. Borinsky en diálogo con este portal y el expresidente en una entrevista con TN.

Según explicó Carreras, la designación de Borinsky “genera en esta querella por muestras de amistad manifiesta con el imputado Ex Presidente Macri, temor de parcialidad, haciendo peligrar la chance de obtener un fallo que no deje impune el espionaje ilegal que padecieron”. Algo similar manifestó la otra querella del caso ARA San Juan que representa Luis Tagliapietra.

Estos vínculos son importantes porque Macri es parte interesada en el expediente en que se investiga el espionaje sobre los familiares de la tripulación del submarino hundido, por eso las querellas temen por la parcialidad de Borinsky. El visitante de Macri rechazó las acusaciones en su contra y dice que debe quedarse en el caso. 

El juez de primera instancia Martín Bava, que tuvo el caso cuando tramitó en los tribunales de Dolores, procesó a Macri tras considerarlo responsable del espionaje ilegal que se hizo desde la AFI sobre los familiares de las víctimas del ARA San Juan cuando estos acudían ante el jefe de Estado para pedirle explicaciones por lo sucedido. Luego, el exmandatario fue beneficiado por la Cámara Federal porteña cuando la causa pasó a Comodoro Py. Los tres jueces que nombró Macri en ese tribunal (Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens) legitimaron las tareas de inteligencia con la insólita excusa de que se estaba cuidando la seguridad presidencial y la del país. Ahora la Casación debe revisar ese fallo de la cámara porteña. Esa es la cuestión de fondo.

Arribas busca que Borinsky participe en la cuestión de fondo, por eso pidió que la jueza Ángela Ledesma no intervenga en la recusación del visitante de Macri. ¿La razón? Que ya había adelantado su posición porque ya había sido muy crítica con su colega por ese tema. Es decir, sabe que con Ledesma, Borinsky tiene un pie afuera del caso. Pero Ledesma escuchó a esa defensa y se excusó de participar de esa incidencia. Así aparecieron Hornos y Barroetaveña para revisar la excusación de Ledesma y la recusación de Borinsky.

Fuente: C5N