El presidente Alberto Fernández confirmó que no habrá aumento de suma fija dado que "las paritarias funcionan plenamente" pero que hará un bono de fin de año para los salarios más bajos, pero que recién cuando vuelva a Buenos Aires se dará a conocer el monto y quiénes lo cobrarán. "En la emergencia, llegando fin de año, entendemos que hay salarios más postergados y vamos a tratar de ir en auxilio de ellos", explicó en la conferencia de prensa que ofreció este sábado en la embajada argentina en París. Respecto a si será candidato o no en 2023, reiteró que "haré todo lo que deba hacer" para que no vuelva a gobernar el macrismo. Obviamente, hubo un largo tramo referido a cuestiones de la política exterior, que fue lo que lo trajo a Francia. Habló de la participación argentina en dos cuestiones. En lo referido a Venezuela, dijo que será garante de que se cumpla todo lo que se vaya acordando. En cuanto a la guerra en Ucrania, avisó que quiere estar sentado en una mesa de diálogo en la que se discuta una solución global al conflicto, algo que se planteará en la próxima cumbre del G-20.

En sintonía con el pensamiento del sector de los "gordos" de la CGT, el Presidente insistió que las paritarias libres son la mejor herramienta para recomponer los salarios, así que hay que dejar que funcionen. "Interferir con una suma fija a los salarios más bajos también genera muchos problemas", aseguró. Dado que los salarios más bajos están en los municipios y en los pequeños comercios, evaluó, obligarlos a pagar un aumento de una suma fija a todos los trabajadores provocaría un problema fiscal en las cuentas de los municipios mientras que en los pequeños comercios "no tengo ninguna duda lo resolverían haciendo que sus empleados salgan de la formalidad y pasarlos a la informalidad". Pero admitió que en la emergencia se dará un bono que terminará de definirse cuando vuelva a Buenos Aires, seguro luego de conversarlo con el ministro de Economía, Sergio Massa, en el viaje, quien este domingo se sumará a la comitiva. 

Alberto Fernández respondió algunas preguntas de los cronistas que cubren su gira -entre ellos El Destape- en la embajada argentina en Francia, con las banderas de los dos países flanqueándolo. Se mostró de buen humor, luego hasta tocó algunas teclas del piano de cola que tenía a unos metros. Llegó a la sede diplomática junto al canciller Santiago Cafiero, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y la portavoz Gabriela Cerruti. Otra consulta sobre política doméstica que se le hizo tuvo que ver con las PASO y su candidatura a la reelección. "Veo que ni en París me hacen evitar estas cosas", bromeó.

Definió el sistema de primarias abiertas como "una gran idea que tuvo Cristina" porque permitió abrir los partidos políticos y que no permanecieran como "un lugar cerrado de los dirigentes". "El resto son todas especulaciones, falta un año y no sabemos qué va a pasar de acá a dentro de un año. Yo tengo una preocupación, mi preocupación es que no vuelvan a ganar los mismos que pusieron a la Argentina de rodillas frente al mundo y hundieron a vastos sectores de la sociedad argentina en la pobreza y en la miseria y endeudaron al país durante generaciones. No quisiera que ellos vuelvan a gobernar la Argentina. Y para eso haré todo lo que deba hacer para que eso ocurra. Todo lo que deba hacer", remarcó. Es algo que ya había expresado en los estudios de El Destape Sin Fin, dando entender que si eso significa resignar su candidatura, lo hará.

Alberto comenzó haciendo un repaso de sus actividades en sus tres días en París, que este sábado incluyó un encuentro con la alcaldesa de la capital, la socialista Anne Hidalgo. Destacó la "mirada común" que tiene con el presidente Emmanuel Macron sobre cuestiones de política internacional y que esas coincidencias hicieron que fuera invitado a la última cumbre del G7 donde se discutieron las posibilidades de encontrarle una salida negociada a la guerra en Ucrania y también evaluar las consecuencias que expande hacia el resto del mundo. "Reclamé que por favor Europa entendiera que hay un hemisferio que es el Hemisferio Sur donde no vuelan las balas pero donde se padece el hambre", indicó, en su rol de presidente pro témpore de la Celac. 

Otra derivación de esa relación con el presidente francés fue el encuentro que gestaron entre ambos y el colombiano Gustavo Petro en el marco del Foro de la Paz, que permitió la recuperación del diálogo entre oficialismo y oposición en Venezuela. "Es un buen inicio para reanudar las conversaciones y ver de qué manera podemos ir superando los escollos que ha debido enfrentar Venezuela para que rijan plenamente los derechos humanos y la democracia", opinó. Reveló que durante la reunión del viernes comentó sus charlas con Michelle Bachelet, quien como alta comisionada de la ONU investigó las denuncias de violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Pero insistió que, a su entender, la salida no es acorralando a Venezuela como intentó hacer Donald Trump desde la Casa Blanca "sino acercar a los venezolanos a que ellos encuentren una salida y, en todo caso, ser nosotros una suerte de garantes de los compromisos que se van asumiendo".

Respecto a la opinión de Estados Unidos en todo esto, explicó que no sólo Estados Unidos sino también la Unión Europea acaba de renovar sus sanciones económicas contra el gobierno de Nicolás Maduro. "Necesitamos que todos revisen este tema y necesitamos que las partes que están negociando, que son venezolanos, pidan fundamentalmente 'devuélvanle a Venezuela los recursos que le han quitado'. Devuélvanle la posibilidad de negociar con el mundo. Devuélvanle la posibilidad de volver a integrarse como nunca debió haber dejado de ser eso", agregó. 

Alberto anticipó algo de lo que se viene en la próxima cumbre del G-20, a partir del lunes en Bali, Indonesia. Allí se reunirá con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, con quien adelantó que volverá a la carga contra los sobretasas, tema en el que intenta sumar a Macron, dado que Ucrania también tiene el mismo problema que Argentina. "Este es un muy buen momento para que, como Kristalina Georgieva ha dicho públicamente más de una vez, los programas sean revisados a partir de lo que ha ocurrido a partir de la guerra", sostuvo Fernández. También contó que la última vez que hablaron le refirió los daños que la guerra le vienen haciendo al mundo. "No solamente a Europa, no solamente a Rusia y a Ucrania, sino que a la Argentina concretamente la guerra le costó 5.000 millones de dólares, que debimos pagar de más como consecuencia del costo de la energía, de los fertilizantes y de los alimentos", enumeró.

 "En los tiempos que vive el mundo y en la historia que el BID tiene, la Argentina ha propuesto una gran candidata para presidirlo. Que es mujer, algo que el mundo también reclama", sostuvo Alberto respecto a la postulación de la secretaria de Relaciones Económicas de la Cancillería, Cecilia Todesca, de quien dijo conocer "sus cualidades personales, su capacidad técnica, su inmensa honestidad, y sé que puede ser una maravillosa presidenta del BID que no solo la va a aprovechar Argentina sino que la va a aprovechar todo el continente". Argumentó que el BID fue creado en 1959 y desde entonces, pese a ser uno de los societarios mayoritarios con el 11,3% de los votos, Argentina nunca lo presidió. "Siento que Argentinas tiene merecimiento para presidir el BID", remarcó, aunque también aclaró que no se buscará imponer la candidatura dado que hay otros postulantes presentados. "Estamos conversando, porque también lo que queremos no es imponer un candidato, es tratar de lograr un consenso donde todos veamos en ese candidato al mejor candidato para la región", explicó.