El juez Alejo Ramos Padilla procesó a la cúpula de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista y a otros nueve responsables de las bases que la exSIDE instaló en provincia de Buenos Aires entre 2016 y 2017 para realizar un extendido espionaje político, que abarcó desde dirigentes políticos nacionales y territoriales, pasando por gremios y llegando hasta comedores comunitarios o reuniones en escuelas primarias. Créase o no: incluso los servicios se interesaron por las protestas de usuarios con cortes de luz. Por estos hechos ya estaba procesado el máximo responsable del llamado “Proyecto AMBA”, el abogado Pablo Pinamonti.

"Las acciones aquí investigadas obedecieron a un plan organizado y ordenado por las más altas autoridades nacionales, que se valió de una de las más áreas más sensibles del gobierno para atender de manera ilegal sus intereses políticos", sostiene Ramos Padilla en su resolución, que muestra cómo las acciones de la AFI estuvieron movilizadas por los intereses políticos del gobierno de Mauricio Macri.

Entre abril de 2016 y fines de 2017, se instalaron en la provincia de Buenos Aires seis bases de la AFI. Inicialmente estaban ubicadas en Pilar, Morón, Quilmes, San Martín y Ezeiza. Luego se sumó la sexta en La Matanza. El interés de estas bases fue hacer espionaje político en una provincia especialmente difícil para el macrismo. Con ellas trabajaron las tres delegaciones históricas de la AFI en la provincia: las de Bahía Blanca, Mar del Plata y La Plata. Según entiende el juez Ramos Padilla, el Proyecto AMBA se puso en funcionamiento incluso antes de que el entonces director general de la AFI, Gustavo Arribas, firmara la resolución 558 de abril de 2017, que le asignaba a la Dirección de Reunión Buenos Aires -- encomendada a Pinamonti -- la realización de tareas vinculadas a la política bonaerense, algo que, desde la génesis, es reñido con la ley de inteligencia nacional.

Por estos hechos, Ramos Padilla procesó a Arribas y su número dos, Silvia Majdalani, que con éste suman su segundo procesamiento por actividades violatorias de la ley de inteligencia. Además, resultaron procesados los coordinadores de las bases, Daniel Salcedo y Vicente Antonio Melito, que pasaron a la AFI desde la Policía Bonaerense. A ellos se les suman los jefes de cada una de las bases: Pedro Oscar García (Quilmes), Alicia Nocquet (Haedo), Andrés Máximo Maisano (Pilar), Gustavo Emilio Carreiras (La Matanza), José Luis Fiorentino (San Martín), Roberto Hugo Bianchi (La Plata) y Nicolás Iuspa Benítenez (Mar del Plata). A Iuspa Benítez también lo procesó por destruir documentación que estaba en la base de Mar del Plata, desde donde también se investiga el espionaje sobre los familiares de los tripulantes del ARA San Juan.

Ramos Padilla le dictó la falta de mérito a Sebastián Novais, jefe de la base de Bahía Blanca. Por estos hechos ya estaban procesados Pinamonti y Ricardo Bogoliuk, exjefe de la base Ezeiza y vínculo estable con el falso abogado Marcelo Sebastián D’Alessio.

Fuente: Página/12