El Gobierno extenderá el plazo de negociación con bonistas hasta el 2 de junio con el fin de alcanzar un acuerdo para reestructurar la deuda.

A tan sólo horas de la fecha de vencimiento para alcanzar un entendimiento con los acreedores, la Argentina estableció una prórroga en línea con lo anticipado por el ministro de Economía, Martín Guzmán.

El Gobierno, que está en pleno proceso de renegociación de la deuda con los bonistas privados caería en default este viernes cuando incumpla el pago de u$s503 millones por los intereses de bonos Globales.

La decisión oficial de no pagar pero seguir negociando con los acreedores la expone a que no sólo se disparen los seguros contra un default -conocidos como CDS- sino a que las calificadoras de riesgo salgan a decretar que el país está oficialmente en mora y haya una caída masiva del rating que le imponen al país y al resto de los emisores que se verían contagiados como provincias y empresas argentinas.

Pero lo cierto es que para las agencias, la Argentina está en alguna especie de default desde agosto del año pasado con el reperfilamiento de Mauricio Macri. Claro que eso se agravó con el gobierno de Alberto Fernández que defaulteó el AF20 y el resto de los bonos en dólares ley local hasta el año próximo.

Gabriel Torres -Vice President y Senior Credit Officer de Moody’s en Nueva York- adelantó las consecuencias que tendría el no pago de los Globales en la nota del país. Para la agencia, la Argentina ya está en default y no habría una baja adicional de la nota.

Fuente: IProfesional