Silvia Majdalani, la ex subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), cambió a sus abogados y designó Juan Pablo Vigliero, Adriana Ayuso y Manuel Romero Victorica. Se trata de los letrados que representaron a Sandra Arroyo Salgado y a sus hijas, la ex mujer y las hijas de Alberto Nisman, en la causa donde se investiga la muerte del fiscal. El estudio que comparten defendió también a militares vinculados a los secuestros en la empresa Ford.

Majdalani sigue en este caso la senda de su coequiper en la casa de los espías Gustavo Arribas. Tal como informó El Destape, a Gustavo Arribas lo defiende el histórico abogado de Mauricio Macri, Alejandro Pérez Chada. Y en esta causa, donde habrá de peritarse el disco rígido donde se encontró el material robado, presentó al perito Gustavo Daniel Presman, que ya es conocido en Comodoro Py. Fue el perito de Arroyo Salgado en la causa donde se investiga la muerte de su ex marido, Nisman.

Las elecciones de Majdalani y Arribas indican que la reincidencia en torno a Nisman no se limita a las publicaciones de Clarín, La Nación y sus satélites, sino que fue el ariete de múltiples operaciones mediático-judiciales que hoy quedan al descubierto. En otras palabras: los recursos que utilizaron para el caso Nisman son los mismos a los que hoy recurren para defenderse en los casos de espionaje ilegal.

Los nombres de los abogados de Majdalani no pasan desapercibidos. Romero Victoria es sobrino del fallecido ex fiscal Juan Martín Romero Victorica, denunciado por la nieta recuperada y hoy legisladora Victoria Montenegro por complicidad con su apropiador, el ex coronel Herman Tetzlaff y su esposa María del Carmen Duartes. Otro vínculo con la dictadura es que el estudio Casal, Romero Victorica & Vigliero defendió al militar retirado Héctor Sibilla en la causa por los secuestros de 24 trabajadores de la empresa Ford.

El currículum de Romero Victorica no se limita al parentezco. En la web de su estudio relata que “desde el año 1987 a 1991 integró la Dirección de Asuntos Jurídicos de la empresa automotriz multinacional "Sevel Argentina S.A." (Fiat-Peugeot), llegando a ocupar la posición de Abogado senior de la firma, en la que se desempeñaba como asesor y procurador en el área penal y asesoramiento en materia civil y comercial y tributario”. Eran los años de Mauricio Macri en la empresa familiar, que en 2001 fue procesado por contrabando al ser considerado responsable de cobrar reintegros por exportaciones e importaciones de autopartes de Sevel al Uruguay.

Vigliero no se queda atrás. Alejandro Jasinski contó en El Cohete a la Luna lo siguiente: “Uno de ellos, Juan Pablo Vigliero, supo tocar en 2003 la puerta de la oficina de Horacio Verbitsky para pedir en nombre de la Armada una política de amnistía, que fue rechazada: entonces el Congreso declaró la nulidad de las leyes del perdón. No es su único contacto con la marina argentina: Vigliero fue defensor del ex suboficial de contrainteligencia Policarpo Vázquez, condenado en 2011 por la apropiación de Evelin Bauer Pegoraro, nacida en 1977 en la maternidad clandestina de la ex ESMA. Cuentan abogados de las abuelas de estos niños apropiados que las trabas interpuestas para que Evelin recuperase su identidad le valieron ser requerido por distintos apropiadores. También defendió al marino Raúl Enrique Scheller, integrante del grupo de tareas 3.3 de la ex ESMA, condenado por delitos de lesa humanidad contra 86 víctimas. Por si faltara más, Vigliero fue defensor del ex comisario bonaerense Juan José Ribelli, acusado de participar en el atentado a la AMIA. En el marco de esta causa, en 1997, el mismo Vigliero estuvo detenido por intento de extorsión al entonces juez Juan José Galeano”.

Fuente: El destape