Mientras las grandes empresas argentinas, como Techint y el Grupo Clarín, reciben importantes beneficios de parte del Estado argentino, para hacer frente a la pandemia de coronavirus, estas parecen estar devolviendo el favor, despidiendo trabajadores, rompiendo la cadena de pagos, y fugando capitales.

Según explican los afectados, el sistema de pago y recepción de las grandes cadenas de librerías siempre se nutrió de una lógica perversa. Estas grandes compañías toman en consignación grandes cantidades de ejemplares para copar el mercado y que las librerías más chicas no dispongan de ejemplares de los libros más vendidos. Además, una vez que liquidan ventas, pagan a más de 120 días y se quedan con, al menos, el 50 por ciento del valor de los libros.

Ni bien arrancó la cuarentena empezaron a llover los cheques rechazados de “Cúspide Libros SA.”, empresa que integra el oscuro Grupo Clarín, que dirige el cuestionado Héctor Magnetto.

“Las editoriales medianas o pequeñas llegan a estas cadenas de librerías por medio de distribuidoras que discontinuaron sus pagos por este motivo. No hay respuestas de cuándo volverán a pagar y con la feria judicial actual no hay forma de accionar de momento.”, explican los denunciantes.

“Solo proponen que se les entreguen las novedades para con lo recaudado de ahora en más empiecen a pagar las deudas. Es decir que proponen que las editoriales financien sus desmanejos.”, denuncian desde Revista Sudestada.

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Fuente: Noticias en red