La causa donde se investiga como el macrismo le puso un hotel boutique a Alejandro Vandenbroele para que apunte contra Amado Boudou en el caso Ciccone tuvo avances esta semana. La querella de Boudou y otros condenados en ese juicio pidió una serie de medidas de prueba para reconstruir como fue el proceso de negociación entre Vandenbroele y el gobierno de Mauricio Macri para acordar su testimonio, en base a nuevos elementos que se incorporaron en el expediente provenientes de su legajo como Testigo Protegido. Aparecen viajes y reuniones de Vandenbroele justo antes de su declaración.

El caso se inició a partir de que reveló que Vandenbroele recibió fondos para poner el hotel boutique La Masía en Chacras de Coria, Mendoza, a cambio de su testimonio digitado para lograr la condena de Boudou.

Los abogados de Boudou pudieron finalmente acceder al legajo de Vandenbroele como testigo protegido, algo que les habían negado durante el juicio. La figura de Testigo Protegido era la cobertura que tenía bajo la administración del entonces ministro de Justicia Germán Garavano, que utilizaba ese programa para controlar y apretar a personajes clave en causas contra ex funcionarios kirchneristas. A partir de la lectura del legajo, los abogados de Boudou pidieron una serie de medidas de prueba que fueron a su vez solicitadas ahora por el fiscal Franco Picardi, que subroga a Paloma Ochoa, fiscala original del caso.

El pedido lo hizo Matías Molinero, que representa a la querella unificada de Boudou, José María Nuñez Carmona y Rafael Resnick Brenner. Menciona que en el legajo como testigo protegido hay documentos “que dan fe de un viaje -en solitario – del Sr. Alejandro Vandenbroele a la ciudad de Pilar, violando las obligaciones que asumiera en ocasión de ingresar al Programa del asunto, y su encuentro con una persona del sexo masculino, que no fuera identificada, con quien intercambiaría algún elemento”. El abogado remarcó que existen fotos de ese encuentro pero que no están en el legajo y pidió verlas para saber con quien se reunión Vandenbroele en ese viaje.

En el legajo, según la querella, consta también un traslado de Vandenbroele a la ciudad de Buenos Aires el 3 de abril de 2018, “para mantener distintas reuniones previas a su declaración por ante el TOF N° 4 en el marco del juicio Ciccone, audiencia celebrada el 10 de abril de 2018”. La defensa de Boudou quiere saber con quienes se reunió “en orden a los cambios que introdujera aquél en su declaración ante el TOF respecto de la versión que de los hechos brindara en su acuerdo de colaboración”.

Para reconstruir esta negociación entre Vandenbroele y el gobierno de Macri la defensa de Boudou también pidió que se obtenga “el listado entrantes y salientes del teléfono celular de llamadas que le fuera entregado por el Programa al Sr. Vandenbroele, con especial atención a aquellos días, identificando a los titulares de cada servicio y la ubicación de las antenas a las cuales reportaban cada aparato”.

El fiscal Picardi pidió al Ministerio de Justicia las fotografías del viaje de Vandenbroele, que indiquen el número de teléfono que le habían asignado.

Por otro lado, el abogado Molinero también destacó que el Gobierno de Macri no podía celebrar un acuerdo con Vandenbroele vinculado a la causa Ciccone ya que cuando lo hicieron el juicio ya estaba en marcha y la ley lo prohibe. Y pidió información sobre un juicio por extradición que tenía también Vandenbroele.

Fuente. El Destape