Sobre el cierre del domingo, Santos recibía a Gremio por la fecha 25 del Brasileirao, cuando en la previa se vivió una insólita situación que dio que hablar: Jair Bolsonaro se acercó al estadio Vila Belmiro para presenciar el partido pero las autoridades le rechazaron el ingreso y desde uno de los accesos el presidente de Brasil explotó de furia contra todos.

Resulta que las autoridades del estado de Sao Paulo exigen el certificado de vacunación contra el Covid-19 para permitir el acceso a los recintos deportivos y Bolsonaro parece haber olvidado ese requisito porque no se aplicó ninguna de las dos dosis. «Quería ver el partido de Santos y me dijeron que hay que vacunarse. ¿Por qué, si yo tengo más anticuerpos que con la vacuna?«, cuestionó el presidente.

Más allá de ver a quien tenían adelante, las autoridades sanitarias de Sao Paulo se mantuvieron firmes en su decisión y no dejaron ingresar a Bolsonaro, que se quedó pidiendo explicaciones desde uno de los puntos de acceso al Vila Belmiro, donde el Santos hace de local. El encuentro frente a Gremio se trataba del primero con público en su casa y un portavoz del pasado finalista de la Libertadores remarcó que todos los hinchas debían cumplir con las regulaciones.

Vale recordar que en el mismo estado de Brasil se desató el caos en el clásico del pasado 5 de septiembre entre la Verdeamarela y la Selección Argentina por las Eliminatorias Sudamericanas, cuando personal de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) ingresó al campo de juego para llevarse a Emiliano Martínez, Cristian Romero, Giovani Lo Celso y Emiliano Buendía.

Luego del rechazo para ingresar al presidente del país, Santos venció agónicamente 1-0 a Gremio en un compromiso crucial por la zona baja del Brasileirao. Ambos equipos se encontraban en los puestos de descenso y ahora el local volvió a respirar con alivio porque subió un lugar en la tabla, mientras que la derrota no cayó para nada bien en los de Porto Alegre que expulsaron al histórico DT Luiz Felipe Scolari.

¡No dejaron entrar a Bolsonaro a la cancha!