La Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) apeló el fallo que le restituye a Cristina Fernández de Kirchner la pensión vitalicia como ex presidenta porque el fallo de diciembre, que la benefició, ordenaba no descontarle lo que corresponde por el Impuesto a las Ganancias. La Anses, que conduce Fernanda Raverta, no podía consentir esa parte de la decisión del magistrado porque todos los meses hay centenares y centenares de fallos y las cifras resultantes de esas decisiones judiciales están sujetas al descuento por Ganancias. En verdad, CFK no objeta pagar el impuesto, pero el juez tomó esa decisión. La pensión vitalicia contemplada en la ley obviamente se le paga también al último expresidente, Mauricio Macri, y los últimos exvicepresidentes, Gabriela Michetti y Amado Boudou, así como a mandatarios anteriores, entre los cuales hay casos llamativos. 

Tras la muerte de Néstor Kirchner, CFK cobraba la pensión por ser viuda de un expresidente. En ese momento, ella ejercía su primera presidencia. Los beneficios figuran en la ley 24.018 que establece esas pensiones vitalicias también para los exintegrantes de la Corte Suprema y, en caso de fallecimiento, sus viudos o viudas. Cuando CFK dejó de ser presidenta iba a cobrar su propia jubilación, es decir su pensión vitalicia como dos veces expresidenta. Conceptualmente es evidente que tenía derecho a ambas pensiones, porque fue esposa de un expresidente fallecido y ella es también expresidenta.

El texto de la ley dice que estas pensiones son incompatibles con cualquier otra jubilación o pensión, pero la realidad es que CFK no accede a “cualquier otra jubilación o pensión”, sino que se dio el excepcional caso de una mujer, viuda de un expresidente y ella misma dos veces presidenta. Hubo un caso anterior, el de Isabel Martínez de Perón, pero en aquel entonces regía otra ley: la actual se dictó en 1991. Aún así, Isabel cobra la pensión como expresidenta y, además, cobra la pensión de Juan Domingo Perón como militar. Todos los exmandatarios --como Carlos Menem o Mauricio Macri-- también reciben esta pensión vitalicia, equivalente al sueldo de un miembro de la Corte Suprema.

Interesante es lo que ocurrió con los mandatarios surgidos de la crisis de 2001: Eduardo Duhalde renunció a su pensión como expresidente, también Eduardo Caamaño y Ramón Puerta renunciaron a cobrar, pero Adolfo Rodríguez Saa no renunció y recibe la voluminosa pensión --equivalente al sueldo de un juez de la Corte-- por haber sido presidente desde el 23 de diciembre al 30 de diciembre de 2001, siete días. Por su parte, todos los vicepresidentes --Michetti, Boudou, Julio Cobos-- perciben el 75 por ciento del ingreso de un integrante del máximo tribunal, con el agregado de que Cobos cobra también jubilación como docente en Mendoza porque los haberes jubilatorios son compatibles con los haberes jubilatorios docentes. Es obvio que Inés Pertiné, accede a lo previsto en la norma como viuda del fallecido presidente Fernando de la Rúa.

Durante el macrismo, el Ministerio de Desarrollo Social le quitó a CFK el derecho a cobrar la pensión como expresidenta: la Anses sólo le pagaba la pensión correspondiente a Néstor Kirchner. Por eso, la exmandataria litigó en 2017 y en diciembre la Justicia le dio la razón: el juez federal de la Seguridad Social Ezequiel Pérez Nami resolvió que tiene derecho a las dos pensiones y, además, sostuvo que no corresponde descontarle el Impuesto a las Ganancias, como sucede con los jueces de la Corte. Esto último es lo que la Anses no podía consentir porque rompe con la igualdad respecto de los demás jubilados y pensionados: al cobrar los retroactivos se les descuenta el impuesto a todos. En la Anses no quisieron revelar si hubo algún otro motivo para apelar, pero el trascendido es que la cuestión del impuesto fue lo central. 

Como era cantado, dirigentes de Cambiemos se lanzaron a aprovechar lo que ellos consideran una oportunidad: cuestionar que CFK cobre los dos haberes a los que tiene derecho y sobre los que igualmente tiene derecho a decidir si dona uno de ellos. Encabezados por el titular del radicalismo, Alfredo Cornejo, se presentaron en el juzgado y pidieron ser parte para apelar por las suyas. En realidad, podrían proponer una ley en el Congreso --que igualmente no será retroactiva--, pero como ha sido usual en estos años, juegan en la cancha donde suelen ser locales: el sistema judicial. Si se los acepta como parte sería un antecedente de máxima gravedad porque significa que los políticos podrán objetar cualquier jubilación o pensión, algo que hizo el macrismo en el gobierno y que por eso CFK cuestionó. Quiere que le restituyan la pensión porque pretende dejar en claro que se la quitaron como un acto más de persecución política.

Quienes rodean a Cristina dicen que evalúa a qué institución donarle una de las pensiones. Pero eso será cuando cobre lo que el macrismo le quitó. Por ahora, todo está además frenado por la apelación de la Anses. En su momento, Néstor Kirchner, por ejemplo, cedió su sueldo de diputado a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Raúl Alfonsín cedió parte de su ingreso al PAMI de Chascomús y renunció a la dieta de diputado, Menem cobra la pensión, pero renunció al sueldo de senador y es conocido que CFK donó al Hospital de Niños de La Plata Sor María Ludovica la indemnización que tuvo que pagar el Corriere della Sera por falsear que ella había hecho compras ostentosas en Roma. El diario italiano pagó casi 50 mil euros que se entregaron al hospital. Cuando le restituyan la pensión como expresidenta, resolverá qué hacer. 

Fuente: Página 12