María Eugenia Vidal hizo todo lo posible por no aparecer en la presentación del libro Primer Tiempo de Mauricio Macri. No hubo fotos y solo una pequeña historia en Instagram que desaparecerá en 24 horas donde se saludan y el ex presidente le dice que “lea el libro” y ella con su sonrisa le responde que “sí”.

Minutos después, mientras Macri firmaba ejemplares, Cristian Ritondo, el  principal operador de Vidal, aparecía en el canal La Nación+M frente a Eduardo Feinmann y Jonatan Viale y anunciaba que “María Eugenia Vidal será la candidata a presidente 2023”, dando por finalizado el sueño del segundo tiempo de Macri. Ante la sonrisa nerviosa de los periodistas, que cobran el sueldo gracias al generoso aporte de Macri y sus amigos a esa señal, Ritondo agregó que Macri ya no volverá a ser candidato.

Ya se sabe, lo reconoció días atrás Horacio Rodríguez Larreta, que este año Vidal no será candidata. Encabezar la lista de legisladores en la provincia de Buenos Aires sería muy desgastante ya que está muy fresca su pésima gestión y una nueva derrota le costaría su carrera política. Por ahora, Vidal  tiene en mente presentar su libro en el mes de abril y empezar a recorrer el país para seguir sumando voluntades. La idea es que tanto Rodríguez Larreta como Vidal estén bien activos y el que mejor esté sea el candidato 2023.

Vidal no le perdona a Macri el maltrato que sufrió desde el primer día que llegó a la Gobernación.  El ex presidente cuenta en el capítulo “Contar la herencia” que Vidal lo fue a ver para decirle que no tenía plata para pagar el aguinaldo a los estatales y que el ex presidente le dijo sin vueltas que no lo pagara. “Le propuse un camino alternativo. Pensemos si no sería bueno que no pagues el aguinaldo, así queda claro el desastre que te dejó Scioli”, dice Macri y agrega que “lo abonás escalonadamente, a lo largo de varios meses”. Y para rematar dice Macri que Vidal no quería asumir la Gobernación “porque había sido candidata por un pedido personal mío”. La muestra como una mojigata.

En realidad, Vidal antes de asumir se reúne Daniel Scioli y en esa reunión el ex gobernador le dice que, como todos los años con el presupuesto, se aprueba el endeudamiento con el cual sí estaba de acuerdo, y que la ministra de Economía, Silvina Batakis, lo pediría para que estuvieran los fondos  para pagar sueldos y aguinaldos, pero Vidal dijo que no. Luego la historia es conocida. Nación le prestó el dinero y Vidal apareció en la tapa de Clarín diciendo que “Scioli le dejó una provincia quebrada”. Claro, la ex gobernadora no contó lo que hoy sale en el libro: qué Macri la quiso humillar desde el primer día y que le pedía que no pague el aguinaldo y que no le importaba que le explote la provincia en la cara.

Más allá del maltrato de ese primer encuentro de Macri, Vidal  no le perdona la humillación de 2019.  A fines del 2018, en el peor momento de Macri, el Circulo Rojo y especialmente el Grupo Clarín lanzan el Plan V para que Vidal sea la candidata presidencial.  Macri se reúne con ella y le dice que “vaya para adelante” pero nunca fue una realidad. Meses después, Vidal anuncia inesperadamente que se baja de la carrera presidencial y que irá por la reelección en la provincia. El costo de querer enfrentar al ex presidente fue brutal. Manuel Mosca, el presidente de la Cámara de Diputados y virtual jefe de la campaña presidencial de Vidal fue denunciado por acoso sexual bajo el auspicio de la ex titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, y terminó su carrera política. Hoy se sabe que miembros de la AFI espiaban a la ex gobernadora y a su círculo íntimo. Nunca se sabrá la renuncia intempestiva de Vidal a su sueño presidencial. Macri, con muchos rasgos psicopáticos, no se conformó con la renuncia a su sueño presidencial  sino que le prohibió el desdoblamiento electoral que la llevó, en parte por su mala gestión, a una brutal derrota por 21 puntos en las PASO y 15 en la general.

La guerra está declarada entre el sector de Rodríguez Larreta y Vidal frente al de Mauricio Macri y Patricia Bullrich.