Desde que el Ministerio de Educación porteño indicó a través de la Circular 4/2022 que se prohibiría el uso de las “e”, “x” y “@” en los contenidos que dictan los/as docentes en clase, al material que se le entrega a los/as estudiantes y a documentos oficiales de los establecimientos educativos, el descontento y las críticas a la medida no dejaron de crecer: Amnistía Internacional Argentina solicitó explicaciones sobre la prohibición, la Sociedad Argentina de Estudios Lingüísticos emitió un comunicado repudiándola, legisladores del FIT presentaron un recurso de amparo colectivo contra la resolución y las redes sociales se llenaron de escritos y memes que demostraban iconformismo 

En este contexto, la docente y abogada trans Cristina Montserrat Hendrickse declaró su objeción de conciencia y afirmó a El Destape que seguirá utilizando lenguaje inclusivo en las clases de historia que brinda en la Escuela Normal 6 de la Ciudad de Buenos Aires, sin importar las sanciones que se le impongan, porque sino se estaría invisibilizando y negando su identidad.
 

"La objeción de consciencia que planteo es porque se me quiere obligar un lenguaje binario que excluye la diversidad sexo genérica y, como yo integro este colectivo, me considero agraviada y no voy a invisibilizarme ni negarme a mí misma", sostuvo Montserrat Hendrickse a El Destape.

Con respecto a la resolución en sí, considera que se trata de una orden que "viola los derechos humanos": "Viola el derecho a la identidad de género, a la identidad, a la libertad de expresión, a la autonomía de la persona y la no discriminación".

El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dijo de forma determinante que, a partir de ahora, en las escuelas "se respetarían las reglas del idioma español", justificando su medida con su supuesta preocupación por los bajos resultados obtenidos en Lengua por los alumnos porteños. Mientras que la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, advirtió que sancionarán a docentes que se nieguen a respetar la medida. 

Lo que desde el Gobierno de la Ciudad plantean como un "obstáculo para el aprendizaje" para un gran sector de la sociedad es un reconocimiento de su identidad. El decir que "no es una caza de brujas" no alcanza cuando en los hechos se está discriminando e invisibilizando a personas que son marginadas socialmente. 

Luego del anuncio de la medida, Cristina Montserrat Hendrickse dio una clase especial en la que habló de la desobediencia y les explicó a sus alumnos que ella seguiría utilizando lenguaje inclusivo en el aula. "Esperamos que esta no sea mi última clase después de esta desobediencia, pero si lo llega a ser les aconsejo que nunca permitan que nadie les diga quiénes tienen que ser", cerró la docente.
 

Cristina contó a El Destape que en su curso hay dos varones trans, cuyos padres no prestan el consentimiento para que rectifiquen su partida de nacimiento y DNI. "Esto que resuelve la ministra de Educación es un detonador que atenta contra la salud de estos niños. Les trae problemas, estados depresivos y angustias en la escuela, que es el ámbito donde encontraron contención y donde se les respeta el nombre autopercibido y su diversidad".

En cuanto a la posibilidad de ser sancionada, dijo que "no le preocupa mucho" y que, en caso de que suceda, lo resolverá la Justicia: "Me frustra más que invisibilicen a mí y a nuestros alumnos. Tomé el paso de exteriorizar mi identidad de género después de 50 años invisibilizándola, no le voy a tener miedo a la ministra".

La contradicción del GCBA

La decisión del Gobierno de la Ciudad llamó la atención también porque contradice sus propias medidas. A las críticas de distintos sectores que rechazan la prohibición, se le suma que la gestión de Larreta encargó que se produjeran manuales propiciando expresamente el lenguaje inclusivo. Mismo se desplegaron por la Ciudad distintos afiches en los que se utiliza la "x" que hoy prohíben por "dificultar los aprendizajes".

"No voy a invisibilizarme", una docente trans le hace frente a la prohibición del lenguaje inclusivo en la Ciudad

Fuente: El Destape