*MALA SEMANA PARA EL TANO MAFIA* Cristina destrozó a Angelici

La vicepresidenta electa Cristina Kirchner no tuvo piedad de los operadores judiciales de Mauricio Macri, pero hizo especial énfasis en Daniel "Tano" Angelici.

"El presidente de Boca, es un escándalo, una vergüenza", dijo la ex presidenta sobre Angelici, a quien ubicó como parte central del dispositivo de operación sobre la justicia que -según denunció- buscó la prisión de dirigentes opositores.

Los dichos de Cristina impactaron en el macrista dirigente del futbol, quien por estas horas ve como su poder se desmorona.

La ex presidenta se encargó especialmente de marcarlo al tope de lo que denominó "la banda" que se dedicaba a definir qué opositor o empresario iba preso y cuál no. 

A Cristina le llegó información de que Angelici estuvo detrás de Pollicita, que fue el encargado de la instrucción de la causa obra pública y armó la acusación contra la vicepresidenta electa. En su alegato, Cristina recordó que el anterior fiscal de la causa, Eduardo Taiano, no imputó a nadie durante ocho meses y cuando quedó en manos de Pollicita tardó ocho días en pedir las indagatorias. "Se nota mucho, en serio", chicaneó.

Los rumores que escuchó la ex presidenta es que el Tano buscaba desde hace tiempo un fiscal con ganas de avanzar contra ella y que varios se resistieron. Pollicita, que integró la comisión directiva de Boca y forzó allí una relación con el macrismo, terminó avanzando contra Cristina en esta causa. Además, reflotó la denuncia de Nisman.

La vicepresidenta electa, además, supo que Angelici y Pollicita se juntarían regularmente a jugar a las cartas. Por eso hizo referencia en su alegato a las "reuniones públicas".

Cristina también la emprendió contra el fiscal del juicio por la obra pública, Diego Luciani, a quien sobre el final le envió una fuerte advertencia, luego de que insistiera sobre si respondería preguntas. "¿Preguntas? preguntas tienen que contestar ustedes, no yo", gritó. Antes lo había ninguneado. "¿Cuál es su nombre?", le dijo a Luciani. 

La ex presidenta está particularmente enojada con el Luciani porque el fiscal se opuso sistemáticamente a sus pedidos para que la autoricen a salir del país para ir a ver a su hija Florencia. También había rechazado la postergación del juicio.

Fuente:LPO