El falso abogado Marcelo D’Alessio tendrá la semana próxima una nueva posibilidad de convertirse en arrepentido como viene pidiendo. En los próximos días viajará hacía la fiscalía federal de Dolores donde lo esperan para escuchar cuanto tenga para decir y comenzar a evaluar si es suficiente para promover un acuerdo.

D’Alessio deberá ser trasladado desde el penal de Ezeiza hacía la ciudad de Dolores para entrevistarse con el fiscal Juan Pablo Curi. Originalmente la audiencia se había planeado para el 11 de noviembre, pero el falso abogado había rechazado la posibilidad de concretar el encuentro de modo telemático.

El rechazo fue por el temor de que el canal virtual pudiera ser intrusado y se volviera inseguro, sobre todo considerando que su declaración no se incorporará al expediente si el juez no la homologa.

No es la primera vez que D’Alessio intenta convertirse en arrepentido. La primera vez el fiscal Curi entendió que había elementos que permitían alcanzar un acuerdo de colaboración pero el entonces juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, determinó que lo que pretendía aportar el falso abogado no era suficiente para lograr esa condición.

Es una incógnita lo que planea decir en su segundo intento, pero quienes siguen la causa especulan con que podría referirse a exfuncionarios e incluso a miembros del poder judicial y recuerdan que en las últimas palabras del juicio por el que fue condenado (Caso Traficante) mostró enojo con el fiscal Carlos Stornelli y con la ex ministra de Seguridad del gobierno de Cambiemos, Patricia Bullrich.

“Me dolió la canallada de quienes salieron corriendo en estado de pánico a usar los medios diciendo que era un loquito o fabulador y hasta llegaron a sostener que dialogaba sobre narcotráfico o de la homologación de tal o cual calibre de proyectiles sónicos con un nietito”, sostuvo en aquella audiencia del juicio que encabezó el Tribunal Oral Federal (TOF) 2, en agosto pasado.

El 5 de noviembre pasado, D’Alessio consiguió la excarcelación por parte del TOF 2 en el marco de la causa en la que fue condenado (a través de un fallo que no está firme) a cuatro años de prisión. Es por el intento de extorsión al empresario aduanero Gabriel Traficante, pero sigue detenido porque tiene prisión preventiva en otro expediente.

D’Alessio busca convertirse en arrepentido en el caso que se inició con la denuncia del empresario Pedro Etchebest y que tiene entre los principales imputados al fiscal federal Carlos Stornelli.

Del allanamiento a la casa de D’Alessio en el country Saint Thomas, dispuesto entonces por el juez Ramos Padilla, surgieron los elementos de prueba que colocaron al falso abogado como un engranaje fundamental de una supuesta organización delictiva dedicada al espionaje y la extorsión y vinculada al poder político, al judicial y a los servicios de inteligencia, durante el gobierno de Cambiemos.

Para convertirse en arrepentido y lograr los beneficios de esa condición, como una eventual reducción de la pena en el caso de ser condenado, D’Alessio deberá “apuntar para arriba” y brindar información que permita identificar a quienes daban las órdenes dentro de la estructura criminal.