Los ovnis solían ser un tema muy estigmatizado, a menudo descartado por los medios como cosa de teorías de conspiración o algo para chiflados. Sin embargo, la taba se ha volteado para los estigmatizadores en los últimos años, con incluso el gobierno de los EE.UU. confesando que hay cosas en el cielo que hasta el momento no pueden explicar.

Y el hecho que ex pilotos de la Marina de EE.UU. se atrevieran a contar sus propias experiencias inexplicables, despertó el interés de otros pilotos alrededor del mundo. Tal es el caso de Christiaan van Heijst, un respetado piloto neerlandés de 39 años que ahora aseguró, entre otras cosas, haber sido testigo de objetos que parecen superar toda la tecnología conocida.

«Me di cuenta de que lo que describían se parecía mucho a algunas de las cosas extrañas que había visto años antes», dijo el piloto a The Sun Online, enfatizando que está capacitado para detectar cosas en el cielo, y su principal objetivo cuando está al mando es mantener su avión a salvo.

«Si veo algo que me llama la atención, inmediatamente quiero saber si es otro avión, algo relacionado con el clima, militar o cualquier otra cosa que pueda poner en peligro mi vuelo. Todo lo demás es secundario», explicó. «Esa es también la razón por la que los pilotos de líneas aéreas son observadores capacitados creíbles: no buscamos ovnis, evaluamos todo lo que vemos en función de nuestro profundo conocimiento de las observaciones aéreas, la experiencia meteorológica y nos preguntamos si algo tiene una influencia directa en nuestra ruta de vuelo o avión».

Y para Christiaan, uno de sus avistamientos más fascinantes y extraños fue sobre Grecia mientras volaba cerca del portaaviones USS Theodore Roosevelt y su grupo de ataque.

Volaba un Fokker 50 en ese momento y vio aparecer una luz brillante a una altura extremadamente alta, moviéndose a una velocidad aproximada de hasta Mach 30 (37,000 kph). «Ninguna física conocida puede describir lo que hizo esa luz/cosa, hasta donde yo sé. No dejó rastro ni nada parecido, solo una velocidad instantánea y puf... se fue», contó.

No está seguro de si su avistamiento estaba relacionado con el portaaviones de propulsión nuclear que se encontraba debajo, que realizaba misiones relacionadas con la Guerra de Irak en septiembre de 2005.

Otros encuentros inexplicables incluyen una luz que caía moviéndose «muy rápido» mientras se precipitaba hacia el suelo, sin información sobre el objeto por parte del control de tráfico aéreo en julio de 2005, mientras volaba sobre Alemania.

En otra ocasión vio a su Boeing 737 chocar con una bola de luz blanca que volaba sobre el mar Adriático en febrero de 2009. La luz cayó hacia el océano antes de desaparecer sin generar ningún oleaje al sumergirse.

Christiaan también compartió una imagen de lo que parece ser un objeto con forma de cigarro que fotografió en enero de 2010, en un encuentro cercano que duró más de una hora. En ese momento estaba volando de Ámsterdam a Málaga a 41.000 pies cuando se observó el tráfico no identificado a unas 100 millas náuticas por delante de ellos. El control de tráfico aéreo les dijo que no había otras aeronaves en el área. El objeto parecía ser grande y estático, flotando en el cielo y bloqueando parte de la luz solar.

Volaba mucho más alto que el tráfico aéreo comercial y el control militar del tráfico aéreo negó que hubiera actividad en la zona.

 

La foto tomada por el pilotos neerlandés está siendo analizada por IPACO, que está a cargo del grupo de investigación OVNI de la agencia espacial francesa GEIPAN. Crédito: Christiaan van Heijst.
La foto tomada por el pilotos neerlandés está siendo analizada por IPACO, que está a cargo del grupo de investigación OVNI de la agencia espacial francesa GEIPAN. Crédito: Christiaan van Heijst.


El piloto neerlandés no tiene una teoría sobre qué pueden ser estos objetos, pero tiene la esperanza de que algún día haya una explicación. Y espera que el estigma en torno a las discusiones sobre ovnis continúe desmoronándose.

«Incluso las explicaciones racionales de algunos de los avistamientos podrían ayudar a otros pilotos a identificar algunas cosas espectaculares, pero mundanas, que ven desde arriba», dijo. «En realidad, podríamos tropezar con un fenómeno atmosférico raro y nuevo, pero la única forma en que podemos estar seguros es recopilar datos y analizarlos sin sesgos».

Christiaan admitió que solía «ignorar» sus propios avistamientos, por temor a que pudieran ser «demasiado inverosímiles» para ser contemplados seriamente.

«De vez en cuando surge el tema entre los colegas, aunque rara vez comienzo la conversación yo mismo», dijo. «Algunos de mis colegas han visto cosas realmente extraordinarias durante su carrera, pero solo lo discutieron conmigo una vez que sintieron que no serían ridiculizados».

«Personalmente, no tengo miedo de hablar sobre este tema mientras trato de evitar especular sobre los orígenes o la naturaleza de lo que podría ser. Solo quiero saber qué es lo que he presenciado y si representa alguna preocupación para la seguridad de mi vuelo».

 

Christiaan van Heijst - 747 Cargo Pilot UAP Sightings

El piloto también remarcó lo importante que es deshacerse del actual estigma que rodea al fenómeno.

«Fue hasta algún momento del siglo XIX que la idea de “rocas que caen del cielo” se consideró como absurda y en el reino de la fantasía. Hoy en día son comúnmente conocidos como meteoritos y parte de la naturaleza. Deshacerse del estigma es un proceso que lleva tiempo, pero lo estamos consiguiendo. Paso a paso».

Por último, instó a las agencias de aviación y seguridad de todo el mundo a continuar recopilando datos sobre el fenómeno, y agregó que estaba complacido de que la discusión se abriera en los EE.UU.

«Dudo que alguna vez todas las agencias militares y de inteligencia se abran por completo a “esto” debido a preocupaciones obvias de seguridad nacional», dijo. «Pero creo que una aceptación general del tema eventualmente creará un efecto de bola de nieve que podría resultar en alguna forma de divulgación o comprensión».

¿Son extraterrestres o algún tipo de conspiración global? Christiaan dice que es una «trampa tentadora» en la que caer, pero simplemente instó a una mayor investigación.

«Solo mediante la recopilación de datos podemos comenzar a analizar lo que sea que esté sucediendo. Solo tenemos que mantener la mente abierta al uno por ciento que es genuinamente desconocido, sea lo que sea. No puedo esperar para descubrir lo que he visto», concluyó.

Fuente: The Sun Online. Edición: Mystery Planet