El Gobierno revisa en estos días un millonario favor que Mauricio Macri le hizo Héctor Magnetto y sus socios: la condonación de 147 millones de dólares en la asignación de frecuencias de celulares. La maniobra fue revelada por El Destape, que accedió a una auditoría del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) donde consta que en el Gobierno de Macri le hicieron ese descuento a Clarín en las frecuencias asignadas a Nextel, una de sus empresas, sin que existieran documentos que la respalden. A partir de eso, la actual conducción del Enacom examina en estos días los documentos y puede generarle más que un dolor de cabeza al multimedios, ya que la telefonía celular es su principal fuente de ingresos.

El caso, como reveló El Destape, es el siguiente. El Enacom estableció que el precio de esas frecuencias de Nextel era de 178 millones de dólares, según consta en la Resolución 1299-E/2017 del 6 de marzo de 2017. Pero el Grupo Clarín pagó apenas 30 millones de dólares y lo hizo en pesos, algo de por sí irregular ya que las compras de frecuencias suelen hacerse en moneda dura. Al momento de la operación el dólar cotizaba en $15,60, por lo que pagaron 478 millones de pesos. ¿Porqué la diferencia? A los 178 millones de dólares le restaron dos compensaciones económicas, una de 105 y otra de 42 millones de dólares. Una auditoria interna de ENACOM, a la que accedió El Destape, revela que no hay papeles que justifiquen esos descuentos y, por ende, que no hay razón documentada para el millonario favor que obtuvieron Magnetto y sus socios.

En resumen: Clarín pagó 30 millones de dólares por algo que valía 178 millones, el descuento de 147 millones no tiene papeles que lo justifiquen y, para colmo, hizo el pago en pesos.

La cuestión de fondo, además de la relación promiscua entre Macri y Clarín, es establecer si remataron precio vil esas frecuencias, si le dieron un trato preferencial a Magnetto y si, a raíz de toda esta maniobra, hubo perjuicio patrimonial para el Estado. El informe de auditoria, al que accedió El Destape, muestra que no hay información que respalde el precio por el cual Magnetto y sus socios se quedaron con las frecuencias para que opere Nextel. No hay documentación que habilite a decir si pagaron el precio que correspondía y, por el contrario, todo indica que pagaron de menos. Y el Enacom tendrá que resolver si revierte esta maniobra o la convalida.

El caso lo sigue de cerca el actual presidente del Enacom, Claudio Ambrosini, cuya terminal política es el actual presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa. También el vicepreidente del Enacom, Gustavo López, que ya tuvo un paso en el organismo regulador de la actividad audiovisual como interventor del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer). Completan el directorio Raúl Gonzalo Quildorán, que pasó de las lides de Juan Manuel Urtubey al Frente de Todes, y Miguel Ángel Giubergia, radical jujeño que tiene la continuidad de su designación durante el macrismo. Desde la oposición quieren sumar a Silvana Giudice, que ocupó un asiento en el directorio del Enacom entre 2016 y 2018 y es una de las voceras de los intereses mediáticos de Clarín desde los tiempos de la discutió por la Ley Audiovisual.

Este favor, entre tantos, de Macri a Magnetto, no es algo menor. La telefonía celular es la principal fuente de ingresos de Cablevisión Holding, nombre de la empresa del Grupo Clarín donde confluyen sus servicios de telefonía, internet y cable. Según sus balances, el 37% de sus ventas proviene de la telefonía celular contra el 24% de Internet (Fibertel), 23% de cable (Cablevisión) y 15% de telefonía fija y datos. O sea, ese descuento fue fundamental para las actuales cuentas del Grupo.

La auditoría donde consta esta irregularidad es la N 18/2018 y fue solicitada el 22 de marzo de 2018 por Miguel de Gogoy, por entonces presidente del Enacom. Lo curioso es que De Godoy renunció a las pocas semanas pese a que se trataba de un hombre de la mesa chica de Macri, que acompañó tanto su campaña presidencial como su gestión en este puesto clave para gestionar la política de medios en general y beneficiar a Clarín en particular. De Godoy se volvió a su empresa de publicidad MGD Comunicación e Imagen y a las reuniones de accionistas de Edenor.

Fuente: chacodiapordia