El programa, que se estrenó en el 2010, no sólo presentó personajes de ficción que ya entraron en el altar de los más conocidos por chicos y chicas de todo el país como José, el niño formoseño de delantal blanco que todos conocemos como Zamba, y Niña, su amiga afroargentina. Tal vez el logro más peculiar fue que personajes históricos como San Martín, Belgrano, Juana Azurduy y Florentino Ameghino cobraran una inusitada fama entre las infancias.

Cambiemos hizo un intento por seguir adelante con el proyecto. En 2016 prometió que se harían nuevos capítulos e incluso eligieron un nuevo asesor histórico, Nicolás Simone, en reemplazo de Gabriel Di Meglio. A partir de ese momento, decían sus funcionarios, las producciones serían “sin sesgo ideológico”, como si no fuera ideológico afirmar que se puede contar la historia sin ideología. Incluso aseguraron que habría capítulos dedicados a Borges (hablando de ideologías) y a los Juegos Olímpicos. Nada de eso sucedió.

El proyecto quedó pronto en el abandono. Desde el principio de la gestión macrista hubo señales adversas. En abril del 2016, desarmaron el sector de Zamba que había en Tecnópolis y pusieron atracciones de temática medieval. Dejaron apartadas las esculturas en un ostensible mal estado. También desactivaron el sector de Zamba en el Museo de las Islas Malvinas. En los cuatro años en los que el macrismo llevó a cabo su política de vaciamiento de los medios públicos, Pakapaka fue uno de los más golpeados.

Tal vez por eso la confirmación de la vuelta de Zamba por parte del ministro de Cultura Tristán Bauer generó muchas expectativas. No abundó en precisiones pero afirmó que vuelve “mejor” y que se trabajará desde una “perspectiva de género”. Su primera medida fue difundir un video en el que mostraba cómo habían quedado las esculturas de San Martín y Zamba después del macrismo y prometer que las pondrá de pie. A esto se sumó que a mediados de febrero volvieron los muñecos de Zamba a Tecnópolis. 

—La nueva programación va a empezar en abril. Pero no se trata solo de nuevos capítulos, porque Zamba es más que un dibujo animado: es una política de Estado. Nos interesa trabajarlo en las escuelas. Allí es donde se sostuvo su presencia durante todo este tiempo- dice Jésica Tritten, que acaba de asumir como vicepresidenta de Contenidos Públicos, la sociedad del Estado que maneja Encuentro, PakaPaka y DeporTV. En diálogo con Revista Anfibia, la docente y periodista, de amplia experiencia en el rubro de la televisión educativa, cuenta que el retorno renovado de Zamba involucra a tres ministerios: Cultura; Educación; y Mujeres, Géneros y Diversidad. En esta nueva etapa, los debates del feminismo ocuparán un lugar central.

—La perspectiva de género no va a ser cuestión de un solo capítulo, como podía ser el de la lucha de las mujeres, o a través de algunos personajes como Frida Khalo o Juana Azurduy. Esta vez estará siempre presente, así como también vamos a destacar la participación del bajo pueblo en la historia.

Fuente: Anfibia