El consultor argentino Guillermo Raffo tiene una acotada pero importante cartera de clientes, tanto en Argentina como en Brasil, pero acaba de ser presentado como su asesor por el expresidente Mauricio Macri, que presiona en la interna del PRO para "teñir" ideológicamente al partido con un sesgo claro y ultraliberal.

Lo enfrenta, sin "matar al padre" (según Sigmund Freud), Horacio Rodríguez Larreta, quien insiste en que se debe ampliar y no cerrar la base de sustentación política de la tercera pata de Juntos por el Cambio, que integran además la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica.

En su página web Losraffo.com se muestra que colaboraron con el expresidente interino Eduardo Duhalde y con el dos veces mandatario brasileño Luiz Inázio Lula Da Silva, que ahora irá por un nuevo mandato en las elecciones del 2 de octubre.

Macri lo acercó a la última reunión de la "mesa chica" de su sector para encontrar puntos de encuentro y un mensaje coordinado entre los distintos dirigentes, consumidos en una interna pública como la del oficialista Frente de Todos aunque menos salvaje.

Macri argumentó que, sin Jaime Durán Barba -casi retirado- ni Marcos Peña -muy conflictivo- a cargo de la comunicación, necesitaban un nuevo estratega. Y les propuso a Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal mantener una conversación con Raffo.

El consultor político, que vive en San Pablo, intervino en varias campañas del PSDB, lo más parecido al peronismo territorial y del interior que tiene Brasil.

Cree que ser "anti-sistema" es "una gran narrativa de campaña", pero que, a la hora de gobernar, provoca "la mayor frustración de todas".

En su momento opinó que Durán Barba, al final del día un competidor, era "un señor ecuatoriano que se tiñe el pelo, habla como El Chavo y dice cosas tan obvias que ni vale la pena tomarlas en serio".

En el PRO no cayó muy bien la propuesta de Macri porque cada uno de los precandidatos tiene ya armado su propio equipo de comunicación, más cercano a las ideas de cada uno de ellos que Raffo.