Sabido es que en el país asiático, ni las personas con orientaciones sexuales distintas a las llamadas tradicionales ni las mujeres gozan de las mismas libertades que el resto, pergeñándose claras violaciones a los derechos humanos. 

Por eso, Beckham está dispuesto a firmar el contrato que le redituará la impresionante cifra de 175.000.000 de dólares siempre y cuando se cumplan las dos peticiones que realizó y que deben cumplirse durante el Mundial.

La primera es que se permita exhibir en todos los estadios las banderas arcoíris que representan a la comunidad LGBT, como así también asegurar la seguridad de los fanáticos en un país como Qatar en el que sigue siendo un delito ser homosexual.

La otra cuestión involucra a las mujeres. Es que el presidente del Inter Miami de la MLS pidió que las mismas puedan ingresar a los estadios de fútbol, un espacio que está vedado para el sexo femenino.