En la calle Cantilo al 4500, en Villa Devoto, hay un inmueble que forma parte de la historia del fútbol argentino. Se trata de un chalet que Diego Armando Maradona les compró a doña Tota y don Diego, sus padres, a fines de los años 80. Fue gracias al dinero que obtuvo de su pase de Argentinos Junior a Boca, que el jugador pudo adquirir esa propiedad en donde su familia vivió durante muchos años.

Al igual que otros muebles e inmuebles propiedad del fallecido deportista, tras su muerte intentó ser subastado. De hecho, a finales del año pasado, se ofreció con un precio base de U$S 900.000, pero en su momento no hubo interesados.

La firma Adrián Mercado es la que está encargada de su comercialización y desde la empresa confirmaron a Télam que tienen intenciones de demolerlo para comenzar a desarrollar un emprendimiento inmobiliario. Es que según estiman, “el terreno, vacío (1.350 metros cuadrados) cuesta más que con la casa: U$S 1,3 millones".

La idea es construir un edificio que no supere los tres o cuatro pisos, con un retiro tipo balcón terraza hacia el frente. Explicaron que dadas las características del lugar, se pueden construir hasta 2.100 metros cuadrados de obra y de ellos 1.500 son vendibles. Por ahora, todo está planteado como un proyecto ya que para poder desarrollarlo falta una firma importante. "La jueza a cargo no aprobó la venta. Esperamos que en las próximas semanas o meses esto se confirme”, sentenciaron.

El pasado 19 de diciembre, tuvo lugar la gran subasta de bienes de Diego Maradona y en ella se recaudaron 26.000 dólares. Sin embargo, además del chalet de Villa Devoto, hubo otras propiedades valiosas que no pudieron venderse, como un departamento de dos ambientes en Mar del Plata, que tenía un precio base de 65.000 dólares.

Según rindieron cuentas también desde Adrián Mercado, de los 87 lotes que se iban a ofrecer, que incluían pertenencias lujosas de todo tipo, como autos, casas, ropa y pelotas, tres fueron retirados antes de que iniciara la subasta y 22 quedaron sin vender.

El artículo por el que más se pagó fue el cuadro "Entre Fiorito y el cielo" de la artista Lu Sedova, vendido en 2.150 dólares. Entre lo que no tuvieron ofertas se encuentran dos BMW (225.000 y 165.000 dólares) y un multiplaza Hyundai (38.000 dólares).

Fuente: Crónica