La Cámara de Diputados vivió hoy una escena por demás deplorable de la mano de Elisa Carrió.

"Si ahora renuncio a la banca también es para que a partir de marzo los señores del PJ o del Frente para la Victoria que quieren venganza, no necesiten perturbar al Parlamento. Solo tienen que ir a buscarme, yo tengo la valija lista con todos los camisones rayados para ir a prisión", comenzó diciendo la diputada a las puertas de una sesión convocada por el oficialismo, para tratar la ley de ´Ficha limpia´."Este lugar ( por al Cámara) no puede ser el antro de la impunidad de la Argentina", continuó. 

Como es común en sus alocuciones, Carrió continuó con un discurso exaltado y envió una advertencia (casi amenaza) para la Justicia: "No pudieron hacernos caer del Gobierno y hay República, hay transparencia y estamos siendo juzgados. Yo estoy dando el ejemplo, renuncio a la banca para que nadie se anime a pedirme el desafuero. Ahora, que se animen a pedirme la detención, porque creo que vamos a ir detenidos el juez y yo". 

Con el correr de los minutos, Carrió se extendió en su relación con la Justicia y en anécdotas personales, por lo que Brenda Austin, a su turno, le pasó factura. "Para que no nos perdamos en las anécdotas personales y las historias de vida, pido volver un poco al foco de esta sesión y discutir el fondo de la cuestión. Esto es una vergüenza para la democracia y para este Congreso", sostuvo la legisladora radical, sin hacer mención directa a su destinataria.

Carrió no la dejó pasar. Mientras Austin desarrollaba su postura, la chaqueña se levantó de su asiento, se acercó, le tocó el hombro con su dedo índice y en tono desafiante le espetó: "Las anécdotas también importan...".

Austin, con el micrófono abierto, sorprendida por la actitud de Carrió pero no amedrentada, no se quedó atrás: "No me amenace, diputada". Una advertencia que repitió otras tres veces, mientras la líder de la Coalición Cívica seguía diciendole cosas mientras dejaba el recinto.

El cruce se dio durante una sesión convocada por el oficialismo, que junto a Consenso Federal y Unidad Justicialista (San Luis) pudo reunir 101 diputados de los 129 necesarios para habilitar la discusión, por lo cual el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, decidió levantar la sesión.

El proyecto de "Ficha Limpia" había obtenido tres dictámenes en la comisión de Asuntos Constitucionales, uno de mayoría y dos de minoría, donde se fijan las posiciones sobre cuándo quedan inhabilitados para ser candidatos los condenados por delitos de corrupción.