La presidenta de la comisión de Legislación Laboral de la Cámara de Diputados, Vanesa Siley, aseguró hoy que la regulación del teletrabajo "es una demanda social" y sostuvo que es una modalidad que "va a quedarse" tras la pandemia del coronavirus.

Al iniciar la tercera reunión de la comisión en la que se debate por videoconferencia la regulación del teletrabajo, Siley anticipó que la intención de ese cuerpo parlamentario es volver a convocar el miércoles a los diputados "para abordar ahí el dictamen del tema" en el que trabajan los legisladores para consensuar los 18 proyectos presentados por diferentes bloques.

"Es una demanda social que se regule el teletrabajo. Hay una enorme cantidad de trabajadores que están pidiendo que se regule, es responsabilidad de los dirigentes, de las dirigentas", aseveró la diputada nacional.

La comisión que preside Siley se encuentra reunida para debatir la iniciativa que establecerá un marco general para garantizar los derechos laborales de los empleados que cumplen esa tarea, en una reunión que contará con la exposición de representantes empresarios y especialistas en derecho laboral.
 

Expondrán la ex coordinadora del Programa de Teletrabajo de Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad de la Nación Viviana Díaz, y Héctor Recalde, quien ahora se desempeña como asesor de YPF.

También participarán representantes de la Unión Industrial Argentina, de la Cámara Argentina de Comercio, de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came), la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME ), la Asociación de Empresarios Nacionales (ENAC), la Cámara Argentina de la Industria del Software y la Asociación de Nacional de Jueces y Juezas del Trabajo.

El grupo asesor de diputados culminará con la etapa de audiencias con los sectores involucrados y buscará emitir dictamen entre hoy y mañana, o bien el próximo miércoles y, si hay acuerdo entre las bancadas parlamentarias, se podría tratar en la próxima sesión.

El pre- dictamen consensuado garantiza los derechos laborales del trabajo y los equipara con aquellos que lo hacen en forma presencial, el carácter voluntario de esa modalidad de trabajo así como la posibilidad de poder revertirlo, el derecho a la desconexión y a la intimidad del domicilio.