Así como en otros lugares, la pandemia por el coronavirus y el aislamiento generalizado han hecho que la Naturaleza recobre la vida. Sin embargo, no parece ser lo que está ocurriendo en las Cataratas del Iguazú donde aseguran que el panorama es "catastrófico".

Las Cataratas, una de las siete maravillas naturales del mundo, están prácticamente secas; además de que están cerrados los hoteles y el Parque Nacional.

“Estamos totalmente en cero. Los hoteles, comercios y restaurantes están cerrados. Remiseros, guías de turismo y fotógrafos están sin trabajo. Iguazú se convirtió en una ciudad fantasma por la pandemia", dijo a Cadena 3 Marcelo Ghione, directivo del Ente Municipal de Turismo Iguazú (Iturem).

El impacto del coronavirus ha sido arrasador: en las Cataratas se estimaba una ocupación completa para este año y más de 40 mil turistas visitando el Parque Nacional.

“A nosotros nos pegó en partida doble por la especificidad de Iguazú, que es una ciudad cien por ciento turística. Todos viven del turismo. A esto se suma el agravante de la falta de agua. Es una situación límite y catastrófica que jamás hemos vivido”.

El representante del área de Turismo sostuvo que la escasez de agua en las Cataratas se debe a la falta de lluvias y además a cómo maneja Brasil el caudal de sus ríos, a través de las represas. “Hace 30 años que estoy acá y nunca viví esta situación extrema. Creo que habrá seis meses delante de mucha dureza. Hay mano de obra sin emplearse, despidos”, señaló Ghione.

Ghione pidió que se tomen medidas especiales para esta ciudad “al igual que se hizo con Bariloche y Villa La Angostura cuando fue cubierta por cenizas de volcán”.

Fuente: Minuto Neuquen