*ALERTA* Denuncian maniobras ilegales de Farmacity para ajustar a los trabajadores
Para los garcas como Farmacity, la pandemia es una oportunidad para hacer negocios
Con la excusa de la crisis, la empresa solicitó el subsidio del estado para cubrir el 50% los sueldos. Sin embargo, la empresa nunca dejó de funcionar y continúa vendiendo por miles de millones de pesos al mes. Aún así, no respetan la escala salarial y obligan a sus empleados a firmar contratos individuales para seguir ajustando su sueldo. Sólo en Córdoba y durante el mes de marzo, la empresa facturó casi $4.000.000.000.
No sería la primera vez que la enorme cadena de farmacias vinculada a Mario Quintana utilice la pandemia para incrementar sus ganancias de forma fraudulenta. Según pudo demostrar letrap.com.ar, a comienzos de la cuarentena Farmacity acopió alcohol en gel para generar desabastecimiento y presión sobre los precios.
Ahora, no conforme con eso, decidieron ahorrarse el salario de sus trabajadores.
El sindicato de farmacéuticos (ASTF) ratificó el lunes una serie de reclamos ante el Área de Inspección del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Córdoba en contra de Farmacity.
En la presentación se denuncia que la empresa no cumple con el convenio de trabajo firmado en abril y en el que se había logrado una recomposición salarial para el mes de junio.
Además, la Asociación Sindical de Trabajadores de Farmacia también insiste en Farmacity incumple con el protocolo sanitario al no proveer los insumos higiénicos necesarios y permitir el ingreso de una mayor cantidad de gente que la establecida en algunos de sus locales.
Según el Secretario General de ASTF, David Cardoso, las irregularidades laborales son una práctica corriente para esta empresa que constantemente busca aumentar sus ganancias a costas del avasallamiento de los derechos de sus propios trabajadores y esto requiere de un gran control por parte de las instituciones sindicales.
“De las 2.800 farmacias que hay en la Provincia de Córdoba, es la única que no paga la escala salarial”, David Cardoso.
Sin embargo, debido a la dificultad de los sindicatos para ejercer estos controles adecuadamente en medio de la cuarentena, Farmacity aprovecha la situación para explotar a sus empleados con total impunidad y libertad.
En lo que podría considerarse una verdadera innovación en el derecho laboral, la empresa obligó a sus trabajadores a firmar contratos individuales, algo prohibido expresamente por el Convenio Colectivo de Trabajo.
De esta manera, Farmacity apunta a “negociar” las condiciones de contratación con cada empleado individualmente en una relación desmedida, sorteando así todas las instituciones reguladoras del trabajo.
En el contrato, la empresa utiliza como excusa la crisis económica para imponer condiciones desfavorables y precarizar a sus trabajadores.
“Este contrato establece claramente una reducción salarial, reducción de la jornada laboral y de los días de trabajo que sólo apunta a perjudicar al trabajador. Esto es el puntapié inicial para otro tipo de acciones. Están probando si se puede establecer este tipo de modalidad para ver si puede avanzar igual sobre otros temas”, David Cardoso
Resulta difícil creer que una gran empresa de las características de Farmacity, que no ha dejado de funcionar ni un solo día durante la cuarentena, se encuentre en dificultades reales de sostener los sueldos de sus empleados.
A pesar de escudarse en la crisis económica, Farmacity reporta ventas multimillonarias todos los meses, según pudo corroborar la producción de ADN PERIODISMO FEDERAL. Sólo durante el mes de marzo y sólo en la Provincia de Córdoba, la empresa facturó casi $4.000.000.000 de pesos (sí, cuatro mil millones de pesos en un solo mes).
De hecho, la mayoría de las sucursales ubicadas en zonas residenciales de la Ciudad de Córdoba han experimentado un crecimiento en sus ventas debido a las medidas de aislamiento social.
No obstante, lo que resulta todavía más indignante es que la empresa vinculada al íntimo amigo y asesor de Mauricio Macri haya solicitado la asistencia del estado para cubrir el 50% de los sueldos de sus empleados a través del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Primer acto: vende por miles de millones de pesos. Segundo acto: solicita el ATP para que el estado subsidie los sueldos. Tercer acto: escudándose en la crisis, ajusta a los trabajadores a través de contratos individuales prohibidos por ley.
¿Cómo se llama la obra? Tremendos garcas.
Fuente: ADN
