Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal borraron a Fernando Iglesias del tramo final de la campaña previa a las primarias del domingo.

El diputado perteneciente al ala dura del macrismo va cuarto en la lista porteña encabezada por Vidal y quedó en el ojo de la tormenta luego de una serie de episodios que no cayeron bien en el comando de campaña de Cambiemos.

En primer lugar, recibió un pedido de expulsión de la Cámara de Diputados por acusar a actrices como Florencia Peña de participar de "escándalos sexuales" en la Quinta de Olivos con el presidente.

Esa pelea no se limitó a los cruces entre el kirchnerismo y la oposición, sino que incluyó a la propia Vidal. La ex gobernadora cuestionó las acusaciones de Iglesias y dijo que "como mujer no puedo acompañar esa manera de expresarse". 

Como muestra de su descontento, cuando lo invitan a las reuniones el diputado permanece callado. El viernes pasado fue a cenar al restaurant Roldán con los candidatos y casi no abrió la boca, según relataron a LPO fuentes presentes en esa comida.

Luego de eso, el diputado agradeció un tuit que acusaba a la ex gobernadora de ser "policía del lenguaje". Tras el escándalo, en el larretismo reconocieron que Iglesias es un "problema sin solución".

Un par de semanas después, Iglesias se tocó el pene mientras hablaba Vidal en un acto de campaña. El video se viralizó.

Desde el comando electoral le pidieron a Iglesias que tenga cuidado la última semana. El ex profesor de vóley no tiene injerencia en la campaña pese a ser candidato. Vidal lo ningunea y centró la campaña en su propia figura, la de Martín Tetaz y Paula Oliveto, segundo y tercera en la lista.

El diputado encontró una excusa para explicar su desplazamiento: dice que tiene que escribir otro libro. Mientras tanto desapareció de los medios de comunicación, no va a todas las actividades y cuando va lo hace de mala gana. Sólo usa el Twitter.

En el larretismo reconocen que Iglesias es un "problema sin solución"

Como muestra de su descontento, cuando lo invitan a las reuniones el diputado permanece callado. El viernes pasado fue a cenar al restaurant Roldán con los candidatos y casi no abrió la boca, según relataron a LPO fuentes presentes en esa comida.

Además del control de daños de Larreta y Vidal, el corrimiento de Iglesias tiene una explicación puramente política. "No sólo es por el ganso-gate, el segmento de halcones ya lo tenemos bien cubierto con Patricia y López Murphy", admitieron a LPO en Uspallata.

Fuente: La Política Online