El enésimo intento del Gobierno por implementar una reforma laboral tendrá dos protagonistas de peso: los sindicatos de Gastronómicos (Uthgra) y Sanidad (Fatsa) serán convocados por el Ministerio de Producción y Trabajo a mesas sectoriales de negociación con sus respectivas contrapartes empresariales para discutir la eventual modernización de sus convenios colectivos. Una vez más el objetivo será abaratar costos laborales y adecuar los textos rectores de ambas actividades a los avances tecnológicos.

El empeño de Mauricio Macri por una flexibilización laboral comenzó junto con su gestión, en 2016, y al año siguiente se tradujo en un proyecto de ley que estuvo cerca de avanzar a instancias de una negociación con la CGT. La caída de aquella iniciativa por el rechazo de Hugo Moyano y sus gremios afines obligó a la administración de Cambiemos a explorar otras estrategias: una fueron las primeras mesas sectoriales que tampoco prosperaron, como la de los textiles y los metalúrgicos; otra, en curso, fue planteada por sectores empresariales en sus paritarias, como sucedió con los camioneros, los bancarios, los marítimos y los ceramistas, tal como informó este diario.

A cuatro meses de las elecciones y a seis del cese del mandato, el Gobierno hará otro intento vía mesas sectoriales. Convocará en los próximos días a las cámaras que nuclean a hoteles y restaurantes y al gremio de Gastronómicos que encabeza Luis Barrionuevo, así como a representantes de clínicas, sanatorios, laboratorios y droguerías a hacer lo propio con el sindicato que lideran Carlos West Ocampo y el cotitular de la CGT Héctor Daer.

Fuente: De Mariano Martín para Ámbito