No cesa la polémica por el protocolo anti-tomas de colegios impulsado por el Gobierno de la Ciudad.

Entre sus puntos más destacados se encuentra el "labrar actas con registro fotográfico del estado del patrimonio del establecimiento, al inicio y finalización de la toma, que deberán ser elevadas jerárquicamente a la máxima autoridad del Ministerio de Educación".

DIcho protocolo incluye "multas" para los padres de los alumnos que tomen el colegio. Cabe destacar que en 2017, muchas escuelas secundarias porteñas fueron tomadas en rechazo a la reforma educativa llamada "Secundaria del Futuro", que establecía la reducción de materias de la currícula regular.