El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, no podía ocultar su sorpresa cuando entre las voluminosas carpetas que encontró durante el allanamiento a la casa del falso abogado Marcelo D’Alessio, aparecían informes de inteligencia con cuestiones que tienen que ver con la vida de la gobernadora bonaerense Maria Eugenia Vidal.

“Si esto fuera así, quiere decir que estamos en presencia de un espionaje clandestino entre gente del Gobierno contra gente del Gobierno, o de gente de Cambiemos contra gente de Cambiemos”. La revelación, que adquiere un alto nivel de gravedad institucional, fue precisada anoche por el periodista Carlos Pagni durante su editorial en el programa “Odisea Argentina”, por la señal LN+.

Allí, el columnista de La Nación –quien no podría ser tildado de kirchnerista u opositor a la gestión de Mauricio Macri-, se centra en los ataques de la Casa Rosada a Ramos Padilla, y consideró que “en el oficialismo no quieren que se ventilen cuestiones judiciales delicadas en el Congreso que afectan al Gobierno, y eso genera un escándalo. Llama la atención esa molestia”.

No es la primera vez en que Macri aparecería involucrado con cuestiones de espionaje. Hay que recordar que mientras era jefe de Gobierno porteño, fue imputado en una resonante causa por las escuchas ilegales en la Ciudad de Buenos Aires, que reveló la existencia de una estructura de espionaje paraestatal, con escuchas telefónicas ilegales por parte de su administración, para fines personales, y que incluyó a representantes de la comunidad judía, pero también a amigos, funcionarios y parientes del ahora presidente.

Pagni se pregunta en su columna: “¿Qué es lo que vuelve sospechosa esta indignación del Gobierno? Cuando Ramos Padilla pidió que fuera D’Alessio a declarar a Dolores, desde el Servicio Penitenciario -que depende del Ministerio de Justicia- dijeron: “No podemos mandar al testigo porque no tenemos nafta”. Daría la impresión de que el oficialismo no quiere que se investigue lo que está investigando Ramos Padilla”.

Agrega que “Ramos Padilla dice: “Me encontré con algo, con un fenómeno que no aparece ahora, que está dañando a la democracia argentina desde hace mucho tiempo y que es un aparato de inteligencia descontrolado: mafias de espionaje clandestino”. Esto es lo que está estudiando Ramos Padilla. Y posiblemente es esto lo que le está molestando al Gobierno”.

Profundizando más su postura, el periodista plantea que “lo importante es que el juez se metió con lo que no hay que meterse. Este es el submundo de la inteligencia que contamina desde hace muchos años la vida de la Justicia en la Argentina. Hay una contaminación vergonzosa que ofende a la democracia argentina, entre servicios de inteligencia oficiales o clandestinos y la Justicia federal. Ahí está husmeando Ramos Padilla, y da la impresión de que por eso se lo quiere destituir”.

Para Pagni “hay otra curiosidad, y es la torpeza. Cuando uno hablaba hace una semana sobre D’Alessio entre gente medianamente informada, nadie entendía muy bien cómo era la historia. Ahora que el Presidente pide la destitución de Ramos Padilla, todo el mundo sabe lo que pasó. Si le dan un grado de visibilidad a aquello que tendrían que ocultar con picardía, no me sorprendería que en algunos días este tema ocupe la prensa internacional”, termina advirtiendo.

No es la primera vez en que Macri aparecería involucrado con cuestiones de espionaje. Hay que recordar que mientras era jefe de Gobierno porteño, fue imputado en una resonante causa por las escuchas ilegales en la Ciudad de Buenos Aires, que reveló la existencia de una estructura de espionaje paraestatal, con escuchas telefónicas ilegales por parte de su administración, para fines personales, y que incluyó a representantes de la comunidad judía, pero también a amigos, funcionarios y parientes del ahora presidente.


Fuente: Info135.com