Dos efectivos de la Policía de la Ciudad fueron puestos en disponibilidad y denunciados penalmente por incumplir con sus deberes de funcionarios públicos al momento en que debían intervenir en la detención de un sospechoso de un intento de robo en el barrio porteño de Nueva Pompeya, informaron hoy fuentes oficiales.

El hecho ocurrió el sábado, alrededor de las 19.30, en la calle Quilmes al 400, a metros de la comisaría vecinal 4B (la ex 34), donde un delincuentes asaltó una vivienda en la que había una mujer y al menos otros dos policías de dicha fuerza pero vestidos de civil.

Una fuente de la investigación indicó a Télam que estos efectivos redujeron a un sospechoso que sorprendieron dentro de la casa y lo sacaron a la vereda, donde uno de ellos lo retuvo contra el suelo y con las manos en la espalda.

En estas circunstancias, la mujer que se encontraba en la vivienda asaltada filmó la secuencia con su celular y luego la difundió por la redes sociales:

"­¿Me pueden venir a dar una mano?!", pidió el policía de civil que tenía reducido al sospechoso a dos efectivos uniformados que se encontraban en la puerta de la comisaría y lo miraban a la distancia.

"­Ayuda, por favor!", gritó la mujer que filmaba y luego se acercó a los otros dos policías.

"Lo tienen reducido y le siguen pegando. Eso no", le respondió uno de estos uniformados y, cruzado de brazos, agregó: "A medida que viene más gente le siguen pegando".

"­Son una vergenza! ­No hacen nada!", exclamó la mujer.

Según fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, a raíz de lo ocurrido se resolvió iniciar un sumario, el pase a disponibilidad, cesantía y una denuncia penal para los dos uniformados por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

"Tendrían que haber colaborado con la detención y labrado las actuaciones correspondientes", explicó, por su parte, el pesquisa consultado.

La actuación de la policía y las quejas formales del vecindario inclinaron la balanza para el lado de la disponibilidad de los efectivos.

Pasadas las horas la jerarquía mayor de la policía se hizo eco del reclamo del vecindario y del estado público de la actuación oficial de los involucrados poniendo inmediatamente en disponibilidad a los dos efectivos que no cumplieron con el protocolo de servicio.

El proceso para echar a los policías por incumplimiento a sus deberes como funcionario público tiene varias etapas, pero en el caso que ameritó la medida es grave ya que incumplieron el protocolo, pero además fueron puestos en evidencia por el vecindario. 

Fuente: Eltribuno.com